En el partido de fondo, Ecuador y Venezuela empataron 1-1 ratificandolo parejo que hasta este grupo, en el que hasta ahora solamente Colombia no ha obtenido puntos
Brasil tuvo un prometedor inicio con la rápida anotación del delantero de 17 años en el estadio Brígido Iriarte, en Caracas, pero terminó encontrando más dificultades de las esperadas en su primer partido por el Grupo A.
Bajo los focos en este torneo Sub-23, que repartirá dos cupos en los Juegos Olímpicos de París-2024, Endrick no tardó en exhibir las virtudes que vio el Real Madrid en él cuando decidió ficharle por más de 70 millones de euros: velocidad, potencia y gol.
Su socio en el ataque, John Kennedy, peinó en la mitad de la cancha una pelota que cayó a sus pies con espacio abierto para acelerar.
Fue imparable. Se abrió paso a toda marcha entre dos zagueros que intentaron interceptarlo y definió con categoría.
Bolivia, sin embargo, fue valiente. Entrenada por Pablo Escobar de la mano del brasileño Antonio Carlos Zago, seleccionador mayor, no agachó la cabeza y por muchos pasajes del encuentro le robó la pelota a Brasil.
Gabriel Villamil, en los minutos 22 y 24, probó con tiros lejanos, arma que demostró su valor en el primer cotejo de la Verde, ante Venezuela, cuando un disparo suyo a unos 35 metros del arco significó un empate 3-3 cuando el tiempo acababa.
La presencia de Endrick, de todos modos, aportaba un aura de peligro.
Un pase de Andrey le encontró en el área al borde del descanso. El control de la promesa del Palmeiras no fue bueno.
Bolivia siguió en su línea, con personalidad, pero la pegada de Brasil amenazaba: un tiro de Marquinhos pegó en el palo derecho del arquero Carlos Adorno en el 50.
Endrick aprovechó un rebote en el 70 para mandar la pelota a la red, pero la jugada fue anulada por posición adelantada.
Sin brillo, pero con un golpe en la mesa de su gran figura, Brasil inició con buen pie su camino en pro de un tercer oro olímpico consecutivo.
/La Semana
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