Los verdiblancos se sobreponen a las bajas y vencen en Mallorca con gol de Altimira
Cuando peor parecía tenerlo, con once bajas y ya sin Guardado ni Borja Iglesias, el Betis puso fin a cinco meses y medio sin ganar un partido lejos del Benito Villamarín en LaLiga imponiéndose al Mallorca en Son Moix. Un golazo de Sergi Altimira en el tiempo añadido de la primera parte le dio a los de Pellegrini tres valiosos puntos que les permiten recortar distancias y situarse a sólo dos de la Real Sociedad, que marca la zona europea de la clasificación.
El equipo de Javier Aguirre, que no perdía en casa en LaLiga desde agosto, en la segunda jornada, se queda clavado en los 20 puntos en la tabla, cerca de la zona de peligro, y tendrá que saber manejar con cautela la enorme ilusión de enfrentarse a unas semifinales de la Copa del Rey, frente a la Real Sociedad, y el riesgo de verse metido en la pelea por evitar unos puestos de descenso que tiene a sólo cinco puntos… a la espera de lo que hagan sus rivales en lo que resta de jornada.
Fekir, como falso nueve
Con Fekir como falso nueve en su primer partido de Liga como titular desde hace casi un año, el Betis trató de imponer su estilo de inicio en Son Moix. Circulando el balón con pausa de lado a lado y tratando de encontrar entre líneas el talento de Isco y el francés, los verdiblancos encontraron en Luiz Henrique, cuyo futuro en el club está más en el aire que nunca, a su mejor estilete. Suya fue la primera ocasión, un zurdazo al primer palo que mandó a córner Rajkovic, y un par de llegadas más de peligro por la derecha que no encontraron rematador.
Pero enfrente estaba un Mallorca que, olvidando el desgaste físico realizado entre semana en la Copa, planteó un partido muy eléctrico de inicio, cerrando espacios atrás y buscando transiciones rápidas con Sergi Darder como lanzador y dos grandes rematadores en el área, como Abdón Prats y Larin. Del primero de ellos fue la mejor ocasión del equipo de Aguirre en el primer tiempo, un espectacular testarazo al larguero tras un buen centro desde la izquierda de Lato. Pero este acto inicial estuvo marcado, sin duda, por las interrupciones.
La primera, tras un tremendo choque cabeza con cabeza de Pezzella y Larin, que tuvieron que ser atendidos. La segunda, por un encontronazo en el centro del campo en el que el peor parado fue Samu Costa, que poco después tuvo que ser sustituido. Se llevó un planchazo de Johnny Cardoso en la rodilla en una jugada en la que desde el banquillo del Mallorca se pidió la roja directa sin que Iglesias Villanueva, en el campo, ni Díaz de Mera Escuderos, en el VAR, entendieran que había voluntariedad, pese a la peligrosidad de la acción. Y la tercera, también con Pezzella como damnificado, por un golpazo en la mandíbula.
Tantas veces se paró el juego que el añadido fue de ocho minutos. Un tiempo del que el equipo de Pellegrini sacó petróleo. Después de un remate de Fekir bloqueado por la defensa, el balón llegó a Bellerín, se lo entregó a Luiz Henrique en la frontal del área, este se lo dio de nuevo a Nabil, y el francés, con sutileza, asistió a Altimira para que con un disparo con efecto que fue abriéndose haciendo inútil la estirada de Rajkovic, el Betis se marchara al descanso en ventaja. El primer gol en LaLiga del joven centrocampista catalán, que hace pocos meses jugaba en Primera RFEF.
Sokratis, infranqueable
Tras el paso por los vestuarios y ya sin Pezzella, aturdido por tanto golpe, el Betis decidió cambiarle los papeles a su rival y dedicarse a ocupar bien los espacios, cerrarle las vías para llegar al área de Rui Silva al Mallorca y buscar un gol que sentenciara el choque guiado por sus dos grandes talentos, Isco y Fekir, a los que se sumó Rodri supliendo a Assane. Un planteamiento de partido que no gustó nada a Aguirre, que buscó la reacción de su equipo dando entrada a Dani Rodríguez y Muriqi, con un cambio de sistema en el que renunciaba a un central..
Tardaron muchos minutos los bermellones en encontrar la manera de hacerle daño a la ordenada zaga bética, en la que Sokratis se erigió como un auténtico imán en los balones aéreos, con la inestimable ayuda de Visus, que siempre aprovecha sus oportunidades. Y la única vez que lo hicieron, con un buen centro lateral de Dani Rodríguez aprovechando un aclarado de Muriqi en el área, Abdón no precisó su cabezazo. Ahí terminaron las opciones del equipo de Aguirre, que hincó la rodilla ante un Betis que, casi medio año después, por fin suma de tres en tres lejos del Benito Villamarín.
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