El único gol llegó en el primer tiempo en un remate largo de Mosqueira en el que Gabriel Arias no estuvo afortunado
Sábado por la noche y la ilusión de ver a Racing, en el debut de la Copa de la Liga ante Unión, estaba renovada. El equipo de Costas, lleno de refuerzos en el plantel, hacía su presentación en el Cilindro. De movida había optimismo, con un equipo que presentaba el lujoso tridente conformado por Juanfer, Roger y Carbonero. Sin embargo, la cosa no arrancó como todos imaginaban.
En el primer tiempo, el que protagonizó, manejó y tuvo las chances de gol no fue Racing sino Unión. El mediocampo de la Academia nunca hizo pie, con dos internos lentos como Miranda y Gómez desconectados de los delanteros. Atrás, Conti no daba seguridades y Martirena perdía siempre la espalda. A los 13′ llegó el 0-1, con un remate de larga distancia de Mosqueira en el que Arias pudo hacer un poco más. Racing nunca reaccionó, casi no tuvo chances de gol y sufrió con algunos ataques de la visita
El segundo tiempo no mostró a un mejor Racing contra Unión ni mucho menos. Costas tocó muchas piezas, de tres volantes pasó a dos y después a uno solo. La Academia volantes, pero nunca tuvo fluidez en la circulación ni agresividad en los duelos uno contra uno. De esta manera, apenas un cabezazo de Conti a la salida de un tiro libre fue la chance clara que tuvo Racing para empatar. Pero la prestación fue realmente baja, mucho más de lo que todos pensaban. Se vio un equipo lento, duro, sin frescura ni buenos posicionamientos más allá de las diferentes alternativas que probó Costas.
Sobre el final, pudo haber un penal en la última jugada. Lamolina fue a verlo al VAR, pero insólitamente cobró un empujón de Salas para anular la posibilidad de que Racing le empatara a Unión desde el penal. De todas maneras, la mayor responsabilidad fue del equipo, que jugó muy mal en el debut de la Copa de la Liga.
/Racing de Alma
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