Greenwood e Isco, ambos de penal, pusieron los goles en un partido disputadísimo, con varias polémicas y en el que los visitantes pudieron haberlo ganado, de no ser por la gran actuación de Rui Silva
Un gran Getafe, al que en absoluto pareció pasarle factura el hecho de estar disputando su tercer partido en apenas siete días, arañó un punto en su visita al Benito Villamarín que, visto lo visto, seguro que le sabrá a poco. Los de Bordalás dominaron, encerraron durante muchos minutos al Betis en su área y gozaron de numerosas llegadas de peligro, en especial en la segunda parte. Pero no lograron definir ante un rival que no logró prácticamente nunca jugar a lo que quería y tuvo que bajar al barro para salvar al menos un punto.
El conjunto azulón alcanza los 30 puntos y se acerca poco a poco a su primer objetivo de la permanencia. Los verdiblancos, con 35, pierden una oportunidad de oro para dar caza a la Real Sociedad, equipo que marca los puestos europeos de la tabla. Y para colmo, pierden a su gran estrella, Isco Alarcón, lesionado en los isquios en el tramo final del partido y que, a falta de pruebas médicas, será difícil que no se pierda algún partido en un tramo importantísimo de la temporada.
Del posible 1-0 al 0-1 nada más empezar
Fekir tuvo en sus botas que el partido tomara un camino muy distinto desde el principo. En el minuto tres, tras una arrancada de Bellerín por la derecha, Rodri encontró un pase imposible entre la poblada defensa azulona para dejar a Isco solo ante David Soria. El malagueño regateó al guardameta madrileño, pero se quedó sin ángulo para finalizar, así que se la puso al francés, con todo a favor para abrir el marcador. Sin embargo, su disparo, demasiado centrado, lo sacó bajo palos Alderete.
De lo que pudo ser el 1-0 y con el Villamarín aún lamentándose se pasó al 0-1 de inmediato. Greenwood recibió el balón por la derecha, encaró a Abner, se fue en velocidad por la línea de fondo con una facilidad pasmosa y el lateral brasileño, cada vez más discutido, le pisó hasta en dos ocasiones cometiendo un claro penalti. El propio futbolista inglés lo transformó con mucha pausa mientras que el exjugador del Atlético Paranaense tuvo que irse en camilla con un tobillo dañado en la acción.
Con ventaja en el marcador y magníficamente plantado sobre el terreno de juego, con líneas muy adelantadas y una presión ordenada y efectiva, el Getafe se encontraba con el partido soñado. El Betis lo intentaba con más ímpetu que ideas, guiado principalmente por Isco y Rodri. En un centro lateral del talentoso zurdo de Talayuela el malagueño pidió penalti por un agarrón de Gastón que no se señaló. Y acto seguido, el propio Isco probó suerte sin puntería con un remate desde fuera del área.
Pero a lo que se jugaba era a lo que quería el equipo de Bordalás, que estrelló un remate en el palo en un disparo cruzado de Milla, aunque la jugada se invalidó por fuera de juego previo, y tuvo la oportunidad de hacer el 0-2 en una contra lanzada por Jordi Martín que concluyó Mata con un remate alto. Y con una tensión que prácticamente se cortaba e en el ambiente por el criterio arbitral a la hora de repartir tarjetas, llegó la reacción del conjunto verdiblanco.
En una segunda jugada tras un córner, Johnny Cardoso llegó antes a un balón dividido y Latasa le golpeó la bota en el área. El VAR advirtió a Pulido Santana, que terminó señalando una pena máxima que transformó Isco. Greenwood, casi a continuación, pidió otro penalti por un presunto derribo de Cardoso, aunque pareció ‘piscinazo’. Y en plena batalla de faltas, choques y disputas, quien puso unas gotas de talento fue Fekir en una falta desde la frontal que se marcó cerca del ángulo.
El conjunto azulón alcanza los 30 puntos y se acerca poco a poco a su primer objetivo de la permanencia. Los verdiblancos, con 35, pierden una oportunidad de oro para dar caza a la Real Sociedad, equipo que marca los puestos europeos de la tabla. Y para colmo, pierden a su gran estrella, Isco Alarcón, lesionado en los isquios en el tramo final del partido y que, a falta de pruebas médicas, será difícil que no se pierda algún partido en un tramo importantísimo de la temporada.
Del posible 1-0 al 0-1 nada más empezar
Fekir tuvo en sus botas que el partido tomara un camino muy distinto desde el principo. En el minuto tres, tras una arrancada de Bellerín por la derecha, Rodri encontró un pase imposible entre la poblada defensa azulona para dejar a Isco solo ante David Soria. El malagueño regateó al guardameta madrileño, pero se quedó sin ángulo para finalizar, así que se la puso al francés, con todo a favor para abrir el marcador. Sin embargo, su disparo, demasiado centrado, lo sacó bajo palos Alderete.
De lo que pudo ser el 1-0 y con el Villamarín aún lamentándose se pasó al 0-1 de inmediato. Greenwood recibió el balón por la derecha, encaró a Abner, se fue en velocidad por la línea de fondo con una facilidad pasmosa y el lateral brasileño, cada vez más discutido, le pisó hasta en dos ocasiones cometiendo un claro penalti. El propio futbolista inglés lo transformó con mucha pausa mientras que el exjugador del Atlético Paranaense tuvo que irse en camilla con un tobillo dañado en la acción.
Pero a lo que se jugaba era a lo que quería el equipo de Bordalás, que estrelló un remate en el palo en un disparo cruzado de Milla, aunque la jugada se invalidó por fuera de juego previo, y tuvo la oportunidad de hacer el 0-2 en una contra lanzada por Jordi Martín que concluyó Mata con un remate alto. Y con una tensión que prácticamente se cortaba e en el ambiente por el criterio arbitral a la hora de repartir tarjetas, llegó la reacción del conjunto verdiblanco.
En una segunda jugada tras un córner, Johnny Cardoso llegó antes a un balón dividido y Latasa le golpeó la bota en el área. El VAR advirtió a Pulido Santana, que terminó señalando una pena máxima que transformó Isco. Greenwood, casi a continuación, pidió otro penalti por un presunto derribo de Cardoso, aunque pareció ‘piscinazo’. Y en plena batalla de faltas, choques y disputas, quien puso unas gotas de talento fue Fekir en una falta desde la frontal que se marcó cerca del ángulo.
Un Getafe poderoso y dominador
Los azulones, dando entrada a su goleador, Borja Mayoral, arrancaron la segunda parte dominando el juego. Rodri, en una acción aislada, fue el primero en probar suerte con un disparo que paró Soria. Aunque la primera ocasión clara fue para Mata, que remató por encima del larguero un centro desde la izquierda. Los de Pellegrini parecían dispuestos a bajarle las revoluciones al partido, pero el Getafe no daba respiro con una presión tras pérdida excepcional y constantes llegadas al área.
No parecía, ni mucho menos, que el equipo que estaba jugando su tercer partido en siete días fuera el de Bordalás. Y ante la falta de ideas de su equipo y la acumulación de tarjetas (seis amarillas en siete faltas a la hora de partido), justo después de que un gol de cabeza de Pezzella no subiera al marcador por fuera de juego, Pellegrini movió el banquillo con un triple cambio dando entrada a Chadi Riad, Abde… y Fornals, que debutaba como verdiblanco.
El banquillo azulón reaccionó de inmediato con dos cambios, Carmona y Aleñá. La intención parecía ser que el desgaste lógico por el paso de los minutos no pasara factura a su equipo. Y tras un remate desviado de Alderete, que se encontró un balón suelto en el área tras un error de Miranda, de la expulsión de uno de los encargados de material del Betis por protestar y de dos preocupantes lesiones, de Djené e Isco, el partido entró en la fase decisiva…
Y ahí emergió la imponente figura de Greenwood, que una y otra vez percutió por la izquierda, desbordó a Miranda y cualquiera que saliera a su paso y generó varias llegadas peligrosísimas. En una de ellas, el Getafe pidió penalti por un supuesto derribo de Chadi en el área que no se señaló. Y a continuación, un fuera de juego ajustadísimo salvó al Betis de otro penalti, esta vez clarísimo de Pezzella sobre Mayoral. Fekir, con un disparo cruzado, y Carmona, con otro que sacó Riad, pusieron el punto final a un duelo intensísimo, con polémica y que aunque pudo caer de cualquier lado, estuvo más cerca sin duda del equipo de Bordalás.
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