El Barcelona dejó a Christiane Endler sin final de Champions League

El sueño de Christiane Endler en la Champions League terminó este domingo. El verdugo fue el Barcelona, que se impuso por 2-1 al PSG y se clasificó a la segunda final de Champions de su historia

El FC Barcelona femenino sigue haciendo historia y el 16 de mayo jugará su segunda final de la Champions tras eliminar con gran sufrimiento al PSG en un partido que queda inscrito con letras de oro en la corta historia del Estadi Johan Cruyff. El temprano doblete de Martens sirvió para hacer bueno el tanto de Jenni en la ida y sellar el billete para las jugadoras de Lluís Cortés.

Las azulgrana salieron al partido motivadísimas y dispuestas a contarle al mundo que nadie las iba a apartar de su segunda final de la Champions. Desde el primer segundo de partido aplicaron el libro de estilo del club azulgrana ejecutado desde hace años al a perfección por Lluís Cortés. Líneas avanzadas, presión alta, gran dominio del balón y desarbolar el equilibrio rival a base de mover el balón y crear espacios. Si ello se le añade la ilusión, el resultado de la receta no podía ser otro que gol antes de los diez minutos de partido. Y que golazo. Leila la puso por alto superando dos líneas rivales y Martens, con un control magistral, dejó atrás a su par. Cuando todo el estadio gritaba ‘pasaaaa’ -a Jenni, que estaba sola para embocar desde el punto de penalti- la holandesa se sacó una genialidad para mandarla con efecto al palo largo de la meta de Endler.

Las francesas habían salido también con un esquema muy avanzado conscientes que el billete a la final pasaba por marcar un gol, y el tanto azulgrana no las hizo recular ni un milímetro. A medida que avanzaba el contador la intensidad en el juego fue aumentando y la colegiada Anastasia Pustovoitova no supo parar en algunas acciones la dureza visitante. ‘Don’t worry, don’t worry’ (no os preocupéis), les gritaba Aitana a sus compañeras Martens y Graham tras ver como la rusa no señalaba una falta clara al mismo tiempo que les indicaba donde cubrir para evitar la salida a la contra del rival. A pesar de ser de las que menos altura y envergadura ostenta, la ‘14’ azulgrana se hizo gigante ante sus rivales.

Alcanzada la media hora, Alexia, que hasta entonces estaba con el mono de trabajo más que con el guante blanco, sacó este último para ponerla a la banda, con su zurda privilegiada, de aquella forma que tanto le gusta recibir a Graham, con espacio y campo para correr. Controló, encaró, templó y la puso al corazón del área pequeña para que volviese a aparecer Lieke y firmar su doblete. Parecía que el PSG quedaba en la lona pero se levantó de inmediato aprovechando un error azulgrana en su área. Córner para las francesas, imprecisión de Martens ante Formiga y Katoto se adelantó a Leila para superar a una Paños que nada pudo hacer. Treinta y cinco minutos, dos uno y todo por decidir. Los nervios estaban a flor de piel en el Johan y los dos conjuntos prefirieron templar las aguas y dejarlo para la segunda. Hacía falta un descanso para tomar aire y recolocar ideas.

El segundo acto arrancó con un déjà vu del duelo de ida. Caída azulgrana en el área y penalti no pitado. La meta Endler derribó a Alexia pero la colegiada consideró que tocó balón y en este caso, a diferencia de los tres de París, acertó. Fue la única llegada azulgrana en un tramo de claro color visitante. Un gol metía al PSG en la final de Göteborg y las francesas se vinieron arriba. Había nervios, el Barça no lograba pausar el juego y Paños tuvo que lucirse para despejar un potente tiro de Bachmann.

El Barça gastó una vida con un error gravísimo de Pereira que dejó a Baltimore sola ante Paños muy escorada pero decidió mal y desperdició el regalo. Si el PSG mandó al limbo la suya, el Barça hizo lo propio con dos palos seguidos, de Jenni y Marta, a falta de veinte minutos. Tocaba mover el banquillo y Cortés dio entrada a Mariona y Hamraoui por Martens y la amenazada por amarilla Pereira, que se perderá la final por acumulación de amarillas, pero el Barça seguía achicando agua a más no poder. Se mascaba la tragedia. Olía a gol del PSG por las cuatro esquinas del estadio, pero las azulgrana sacaron algo, no se sabe qué, que las hizo resistir. La orilla estaba muy cerca, olían a victoria, a premio, y llegó. Pitó la rusa y estalló el júbilo en el Johan. Las lágrimas de felicidad regaron una celebración histórica.

Ficha técnica