El Barcelona ha logrado llevarse los tres puntos en su primer partido de Champions League ante el Spartak de Moscú por 3 a 2. Alexis Sánchez, que entró en la segunda parte, resultó ser decisivo.
Ignacio Iturrarte Pérez , corresponsal en España
twitter: @inaiturrarte
BARCELONA.- Tal y como suelen hacer los equipos del técnico Unai Emery, el Spartak de Moscú saltó al Camp Nou con una actitud valiente. Del mismo modo, como buen equipo ruso, el conjunto moscovita desplegó un juego lento y pesado con el que, a pesar de ello se mostraba cómodo. Por su parte, el Barcelona, sin un ritmo alto, avisó por primera vez en el minuto 10. Messi asistía magistralmente a Tello y el disparo potente y cruzado de este se marchaba rozando el palo derecho.
Tres minutos después, se materializó el primer gol blaugrana. La nueva perla de La Masía llegó al borde del área, recortó a Kombarov y mando el balón al fondo de las mallas con un disparo preciso. El gol sentaba como un jarro de agua fría para los rusos, quienes estaban empezando sentirse cómodos en el campo.
Con la ventaja en el marcador el Barça comenzó a mostrar su mejor versión. Su posesión llegó a rozar el 80% y gozó de buenas ocasiones, como la de Messi en el minuto 20.
A pesar de ello, en el fútbol todo es posible y así se demostró una vez más en este partido. Hacia el minuto 30, el extremo del Spartak Emenike cabalgó la banda derecha, centró un balón raso al área y Dani Alves, en un intento de despejar el esférico, puso el empate en el marcador. Llegó la sorpresa al Camp Nou pero las alarmas no se dispararon. Por el momento.
El conjunto catalán no perdió los nervios y siguió siendo fiel a su estilo. Acechaba el área rusa y trenzaba jugadas de gran calidad, pero sin fortuna.
Susto y épica
La segunda parte empezó tal y como terminó la primera: con un Barcelona controlador y un Spartak esperando su oportunidad. Los jugadores culés buscaban la portería rival. Elaboraban buenos movimientos pero sin causar peligro real. Sin embargo, poco a poco el Barcelona perdía intensidad y ritmo, algo que le resultaría ser fatal.
A los diez minutos de la reanudación del juego, ocurrió lo que parecía imposible. El extremo Ari llegó hasta la frontal del área, asistió a Mc Geady y éste hizo lo propio para que Rómulo batiera a Valdés. Esta vez sí, las alarmas saltaron en la capital catalana.
Fue entonces cuando el Barcelona entró en crisis. Estaba jugando una segunda parte pésima y necesitaba, en ese momento, reaccionar de forma inmediata. Todo el equipo de Tito Vilanova se lanzó al ataque. El técnico catalán dio entrada a Alexis Sánchez, una decisión crucial en el devenir del partido. El “niño maravilla” fue un puñal por su banda y se echó el equipo a la espalda en varias acciones ofensivas.
El tesón de los jugadores blaugranas dio, por fin, su fruto. En el minuto 71, Tello realizó un jugadón por el lado izquierdo, apuró hasta la línea de fondo y mandó un pase de la muerte al borde del área pequeña para que Leo Messi rematara a placer. El Camp Nou respiraba, pero pedía más.
Vilanova, consciente de la necesidad de llevarse los tres puntos, mandó saltar al campo a David Villa en sustitución del ovacionado Tello. Así pues, en torno al minuto 80, en una de las muchas ofensivas del Barça, el balón fue a parar a los pies de Alexis, quien colgó el balón sutilmente para que Messi hiciese el 3 a 2 de cabeza. Messi volvía a rescatar a su equipo con un nuevo doblete.
El Barcelona, ya con el partido de cara, se mostró fresco y desinhibido, y a punto estuvo de marcar el cuarto gol por medio de Pedro, Villa y Messi. Sin embargo, sin ninguna sorpresa más, el árbitro pitó el final del partido y los tres puntos se quedaban, no sin sudar, en Barcelona.
De esta manera, el conjunto español lograba empezar con buen pie la Champions League y conseguía dar continuidad a su buen inicio de temporada. Con remontadas como las de hoy en Europa y con 8 puntos de ventaja sobre el Real Madrid en La Liga, el futuro del Fútbol Club Barcelona se presenta prometedor.
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