El delantero chileno sigue sin convertir con la camiseta del Villarreal. En la derrota ante Las Palmas jugó 62 minutos y no anduvo bien
Veinte jugadores de campo sobre el césped de La Cerámica, pero sólo uno con el superpoder de estar en todos los sitios a la vez. Coco, el central de Las Palmas, fue el gran protagonista de la primera mitad. Su gol, soberbio, mandó el partido al descanso por la vía rápida. El golpeo de falta del defensor, una mezcla de potencia y precisión, pilló a Jorgensen haciendo la lista de la compra. Solo colocó tres hombres en la barrera y el disparo, a su palo, ni lo vio. Golazo de un jugador que ya había evitado en varias ocasiones que los de Pacheta se adelantaran en el marcador rechazando en más de una ocasión disparos que se colaban en la meta canaria.
Al margen del omnipresente Coco, el Villarreal fue ganando a los puntos durante los primeros 45 minutos. Control y algunos fallos de bulto en la finalización. La lesión de Yeremy, en la falta que dio origen al gol en el añadido llevó a los locales al vestuario con un cabreo monumental. Gol y lesión en un minuto. Había que cambiar la dinámica cortando por lo sano.
La segunda mitad arrancó con otra desgracia para los amarillos. En un centro tenso de Las Palmas al área, Mandi sacó la mano y tras consultar con el VAR el colegiado señaló penalti. Marc Carmona transformó la pena máxima y dobló la ventaja canaria con toda la seguna mitad por delante.
Con el nuevo escenario planteado, al Villarreal se le multiplicaron las desgracias con la lesión de Albiol al chocar con su compañero Capoue. Pacheta rehizo el equipo, pero Las Palmas se defendía con criterio y sin agobios teniendo el balón y mandando en varias zonas del campo. Solo un gol anulado a Morales llevó algo de incertidumbre a los de García Pimienta.
Pitidos y golazo de Gerard
Pero el fútbol nunca te da un respiro. Justo en el momento en el que la grada de La Cerámica perdió la paciencia y empezó a pitar al equipo por su aparente apatía, apareció Gerard Moreno con un gol de los de su repertorio. Pisada, recorte y zurdazo desde fuera del área que hizo inútil la estirada de Valles. Ahí despertó el equipo de Pacheta que apretó los dientes intentando sacarle rédito al añadido (once minutos). Era tarde.
/Escrito por Diego Pico para Marca
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