Desde muy pequeños, despierta en muchos niños el deseo de convertirse en futbolistas profesionales. Es el sueño de todo niño pero alcanzarlo no siempre llega, y cuando llega, no es fácil, se tienen que sortear muchas cosas en el camino.
Andrea Betancourt Scannpieco
abetancourt@todofutbol.cl
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Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Marcelo Salas, Iván Zamorano y muchos más han sido íconos del fútbol chileno en el mundo y aunque actualmente, tenemos una buena bandeja de jugadores representandonos en el exterior, no son los únicos. Hay una centena de chilenos jugando en ligas poco renombradas o inferiores que pasan desapercibidos muchas veces pero que merecen ser vistos, porque son productos de calidad chilena.
La frase “siempre hay un chileno por ahí” también toma sentido en el fútbol; desde Europa, pasando por América Latina y también en Asia, hay jugadores chilenos en todas partes. Países como Indonesia, Malta, Rumania e incluso en el Vaticano reciben actualmente a jugadores, tanto juveniles como adultos.
Algunos de estos jugadores hacen noticia en los países de los equipos en que juegan, por ejemplo, Niklas Castro es un juvenil del equipo Noruego, Valerenga IF, y hace poco participó en un comercial de celebración de 100 años de su club. Otro buen ejemplo es, Lawrence Vigoroux, que si bien no es nacido en estás tierras, es chileno por su padre. Tiene 19 años y es arquero de la inferior del Tottenham, el joven portero ha tenido un muy buen desempeño en esta temporada enfrentándose a equipos como el Barcelona (en su misma categoría).
El por qué deciden emigrar a equipos extranjeros tiene que ver, a veces por la competitividad de otras ligas, las mejores opciones a futuro y también por la remuneración económica. Muchos chilenos son tomados desde pequeños para entrenar en el exterior, otros son llamados cuando comienzan a tener un buen desempeño en la primera división chilena y otros, simplemente nacen en otros países y mantienen ambas nacionalidades.
Para bien o para mal, el futuro se ve más liso para muchos futbolistas cuando salen de Chile y comienzan a experimentar en ligas más competitivas, como la española, italiana, etc., sin embargo, esto no representa, necesariamente, que tengan el estrellato asegurado. El dinero siempre es un aspecto importante, y muchos jugadores jóvenes deciden partir temprano del nido chileno con la esperanza de mejores ingresos y mejor calidad de vida.
Que las jóvenes promesas salgan al exterior es positivo para Chile, desde el punto en el que se acostumbraran a un juego más elevado técnicamente y podrían ser posibles seleccionados nacionales. Por ejemplo, Lawrence Vigoroux, a pesar de no haber nacido en Chile, decidió representar a nuestra selección nacional, queda en manos de los técnicos, saber aprovechar a las futuras figuras del fútbol internacional.
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