El Eintracht Braunschweig le ganó por 3-1 y mostró las carencias de un flojo conjunto verdiblanco en este inicio de pretemporada
En el primer test de pretemporada, después de 10 días de trabajo en tierras alemanas, el Betis no ofreció su mejor carta de presentación. Sin caras nuevas aún en la plantilla más allá de la continuidad de Ayoze y un buen puñado de canteranos que mejoraron las prestaciones globales del conjunto heliopolitano en la segunda parte, el equipo de Manuel Pellegrini cayó por 3-1 ante el Eintracht Braunschweig, de la Bundesliga 2, demostrando que más allá de la equipación que lució, la segunda completamente de verde, está muy verde a estas alturas de la preparación echando en falta a fichajes y a los internacionales, aún de vacaciones.
En el primer partido de la pretemporada Manuel Pellegrini ya dispuso de salida un once inicial muy reconocible, con Borja Iglesias en punta acompañado por Luiz Henrique, Ayoze y Juanmi. Un ataque de lujo. En el centro William Carvalho, que parecía estar traspasado desde hace semanas, sigue de verdiblanco, como Luiz Felipe, quien parecía que estaría a estas alturas en un equipo de la Premier y sigue liderando la defensa bética.
Pero ni así entró bien al partido el equipo bético ante un rival, eso sí, más rodado que iniciará el campeonato en la Bundesliga 2 a finales de mes. Quizá por eso el conjunto alemán impuso un alto ritmo desde el comienzo del partido pisando el área rival sin problemas, aunque tras el arreón inicial el conjunto sevillano empezó a tener más balón y dominar el centro del campo. El primer aviso, sin embargo, fue local, cuando Donkor, entrando por la izquierda, aprovechó el toque de Endo para encarar a Claudio Bravo, que reaccionó bien a su tiro con la derecha y al posterior rechace dentro del área parando también el remate de Gomez.
Acto seguido llegó el 1-0. Ya había avisado el Eintracht y repitió en el gol. Pase en largo al costado izquierdo, un coladero, para que Endo, pese a un mal control, tuviera tiempo para reaccionar con Ruibal pidiendo fuera de juego y Paul llegando tarde al cruce superando a Claudio Bravo con un fuerte disparo pegado al palo izquierdo del portero.
El Betis se activó tras el golpe y dio un paso adelante. Un espejismo, ya que ni Juanmi en un balón muerto que se quedó tras un córner ni Luiz Henrique, que probó suerte desde el pico derecho del área y que aprovechó Hoffmann para adornarse fue todo lo que ofreció en ataque en el primer tiempo. Bagaje demasiado pobre con toda la pólvora que, sobre el papel, tenía el cuadro verdiblanco ante un rival de menor categoría.
Y cuando el conjunto heliopolitano creyó haberle tomado el pulso del encuentro, otra jugada calcada del Eintracht Braunschweig acabó en el 2-0. Otro pase en largo, esta vez desde el centro de la defensa, de Ivanov lo recogió Donkor ganándole la espalda a Ruibal para batir a Claudio Bravo. Y sin tiempo de encajar el 2-0 llegó el tercero. De nuevo por la izquierda del ataque teutón, esta vez con un pase de Endo que remachó Gomez entre Luiz Felipe y Paul: 3-0.
Ayoze, con un rival del Eintracht Braunschweig.
El 3-0 no fue, sin embargo, lo peor del primer tiempo, ya que Luiz Henrique tuvo que retirarse del encuentro con ostensibles dolores en su hombro izquierdo tras una mala caída después de una entrada de Griesbeck.
Pellegrini le dio la vuelta cual tortilla a su equipo en el segundo tiempo. Tiró del orgullo e los canteranos apostando por un once nuevo con Rui Silva, Montoya, Ismael Sierra, Visus y Pleguezuelo en defensa, Enrique Fernández y Sorroche por delante, y Juan Cruz, Willian José, Yasinn Fekir y Raúl García de Haro en ataque. Oportunidad para ver los movimientos del delantero y las ganas de Juan Cruz para reivindicarse tras el parón por las lesiones de la pasada campaña.
Willian José estrenó desde el punto de los once metros la capacidad goleadora del Betis en un penalti cometido sobre él mismo en el minuto 68. Hubo tiempo también para que Rui Silva demostrase su ben estado de forma al resolver un uno contra uno frente a Multhaup, que repitió después con un disparo que se envenenó al tocar en un defensa y ante el que el luso reaccionó bien. No tuvo más trabajo el meta portugués en una mala segunda parte en la que el juego del Betis no mejoró ostensiblemente, aunque sí se mostró más sólido, demostrando que, más allá de su novedosa equipación que evoca a la de la campaña 1987-88, como es normal todavía está muy verde a estas alturas de pretemporada sin contar todavía con sus internacionales ni con algunos fichajes esperados.
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