Una vez más el seleccionado nacional fue pieza clave en el impecable trabajo defensivo de un River Plate que vuelve a recuperar la contundencia que lo ha llevado a estar al tope del fútbol argentino
En una tarde llena de emociones por el regreso del público al estadio, el Más Grande recibió a Boca por la fecha 14 de la Liga Profesional en un Estadio Monumental que se encontró impecable en todo sentido. Los del Muñeco salieron a la cancha sabiendo que tenían que ganar para quedar como únicos punteros del torneo y para mantenerse en la zona de clasificación a la Copa Libertadores del año que viene. Gallardo decidió que Santiago Simón permanezca entre los titulares y que Jorge Carrascal –de buenos rendimientos en los últimos partidos- comience desde el banco de suplentes.
Como no podía ser de otra manera el superclásico comenzó parejo, peleado y ambos equipos se midieron en los primeros minutos. Fernando Rapallini quiso evitar que el partido se le vaya de las manos y a los 4 minutos ya amonestó a Enzo Pérez, minutos más tarde hizo lo mismo con Marcos Rojo que volvió a ver la tarjeta amarilla en la siguiente jugada y por ende se fue expulsado. A partir de ahí el partido cambió por completo y el dominio de River fue abrumador. A los 24 minutos Julián Álvarez mostró por qué es el mejor jugador del fútbol argentino en la actualidad y con apenas 21 años ya es una fija en la Selección Argentina, y tras una jugada personal maravillosa sacó un remate certero que rompió el cero, Agustín Rossi terminó adentro del arco.
En la segunda mitad River comenzó como terminó el primer tiempo, dominando con claridad, Sebastián Battaglia realizó cambios para que la diferencia no sea mayor. El dominio del equipo del Muñeco fue claro en el comienzo y se acentuó más con el correr de los minutos. El mediocampo del Más Grande tuvo un partido impresionante, Enzo Pérez fue tiempista y distribuyó con claridad, Palavecino tuvo un gran encuentro, Simón también y De La Cruz fue una de las grandes figuras de la cancha. A los 13 minutos Rollheiser ingresó por Palavecino que sufrió un golpe.
Entre los 20 y los 30 minutos del complemento se vio lo mejor de River, que tuvo tres oportunidades muy claras, la primera en los pies de Jorge Carrascal que la quiso picar y no le salió bien, la segunda en los de Santiago Simón pero su remate se fue desviado luego de dar en Izquierdoz y la más clara fue una tijera de Angileri que dio en el palo. Los siguientes minutos fueron absolutamente todo de River, el olé bajó de las tribunas y el resultado debió ser mayor. Increíblemente Boca no pateó al arco en todo el partido, pero en la última jugada un cabezazo de Zambrano estableció el 2 a 1 definitivo, pero la realidad es que el partido debió ser goleada a favor del Millonario. Con este resultado quedó como único puntero de la Liga Profesional con 30 unidades y se estableció en la zona de clasificación a la Copa Libertadores del próximo año.
/Escrito por Lautaro Toschi para La Página MIllonaria
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