Un solitario gol de Johnny al recuperar el balón en el borde del área visitante para marcar a puerta vacía sirvió para derrotar sin brillo al HJK Helsinki
Pasaporte sellado, como no podía ser de otra forma, para el Real Betis Balompié en la Conference League. Los verdiblancos acumularon su segundo triunfo consecutivo, el tercero de la competición, para meter su bola como decimoquinto clasificado de la Fase de Liga. Bueno, no está mal si se tiene en cuenta que tras la derrota contra el Mladá Boleslav eran necesarias dos victorias para arreglar el entuerto y eso es lo que hicieron los hombres de Manuel Pellegrini. Pero esto no puede tapar la pobre trayectoria de los béticos durante esta liguilla a la vista del escaso nivel de casi todos los rivales, también del HJK Helsinki en esta última cita.
Eso, de cualquier forma, ya es pasado y ahora la cuestión es el rival que tendrá que afrontar en la siguiente eliminatoria para seguir adelante. Las opciones son dos, Gent belga o Copenhague danés, y en ambos casos los verdiblancos partirán como favoritos. De eso no debe haber ni la menor duda a la vista del potencial de las plantillas, pero es cierto que el nivel ofrecido por el Betis hasta el momento podría conducir a alguna duda.
El Betis le metió mucha más intensidad a esta última cita con el HJK Helsinki y eso fue fundamental para que los suyos, al menos, salieran del sopor inicial. Porque la frialdad también volvía a comparecer en el estadio Benito Villamarín en los primeros compases. Todo se desarrollaba, pues, de una manera muy parecida a los anteriores partidos con el Copenhague y con el Celje, saldados con un empate y con una victoria muy al final, pero sí iba a ir cambiando conforme transcurrían los minutos en los cronómetros.
Johnny Cardoso, fundamental para que la escuadra de Pellegrini halle el equilibrio necesario, apretaba para que los suyos se fueran contagiando con el esfuerzo. Después de unos primeros intentos muy mal saldados en la ejecución, sobre todo uno de Assane Diao que acabó con un disparo horrible (7′), el Betis fue rozando el gol, aunque sin llegar a conseguirlo. Los remates, con ventaja teórica, concluían mansamente en las manos de Nijhuis. Así fue con un cabezazo picado de Abde (20′) y con otro flojísimo de Natan en un córner (21′). Sí sorprendío tras un robo O’Shaughnessy para poner a prueba la concentración de Adrián (21′).
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