River visitó a Junior de Barranquilla en el Estadio Romelio Martínez en una jornada en la cual las protestas pusieron en duda el partido. Mientras se entonaba el himno de Colombia en la previa al duelo, se escuchaban los estruendos de los gases lacrimógenos que lanzaba la policía a los manifestantes. En ese marco el equipo de Marcelo Gallardo afrontó su encuentro por la cuarta fecha del Grupo D de la Copa Libertadores.
El partido comenzó con Junior imponiendo condiciones, ya a los dos minutos hubo un buen remate de Miguel Ángel Borja que tapó muy bien Franco Armani. La disposición táctica de River fue un 5-3-2, con la línea de tres centrales compuesta por Robert Rojas por derecha –suele hacerlo como stopper-, Jonatan Maidana de último hombre y Paulo Díaz por izquierda, lo mejor del chileno se venía viendo por derecha.
A los 13 minutos recién pudo aproximarse River, fue mediante un remate de Federico Girotti que se fue por encima del arco que defiende Sebastián Viera. A los 20 minutos se rompió el cero: una pésima cobertura defensiva por parte del Más Grande le dio la posibilidad a Miguel Ángel Borja de abrir el marcador. El delantero le ganó fácil el espacio a Maidana y no tuvo inconvenientes en superar la débil marca de Robert Rojas, Borja definió por debajo del cuerpo de Armani.
La segunda mitad del segundo tiempo mostró a un River completamente desconocido, no hubo sociedades, no hubo conexión entre los mediocampistas y los delanteros, el equipo quedó muy partido y se notó, prácticamente no generó situaciones de peligro. En cambio Junior siguió atacando y pudo ampliar el resultado, pero no estuvo del todo efectivo.
En la segunda mitad de produjeron los ingresos de Jorge Carrascal y Agustín Palavecino y si bien no brillaron, aportaron algo de claridad a un mediocampo que no se encontraba y no tenía participación. A los 8 minutos River pudo igualar el partido mediante Bruno Zuculini pero Viera respondió bien. Minutos más tarde entraron Suárez y Borré y ya el equipo comenzaba a parecerse al habitual titular.
Junior se apagó completamente y dejó de atacar, la salida de Miguel Ángel Borja fue una buena noticia para el equipo de Marcelo Gallardo que no pudo contener al delantero. River, de a poco empezó a asociarse y si bien no lastimó al arco rival, era dueño de la pelota y jugaba en campo contrario. Ya sobre el final del partido, cuando estaba por terminar, el Millonario tuvo un córner a favor, Paulo Díaz ganó en lo más alto y estableció el 1 a 1 que terminó siendo definitivo e importante para el Millonario que con la victoria de Fluminense quedó como único escolta del conjunto brasilero.
Al chileno le llovieron elogios, e incluso le valió ser portada de los diarios Clarín y Olé, al otro lado de la cordillera. “San Paulo”, tituló este medio especializado en deportes.
/Escrito por Lautaro Toschi para La Página Millonaria
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