El cuadro del Ingeniero se quedó con los tres puntos después de seis partidos sin victorias, pero su juego no convenció
Isco Alarcón, quién si no, volvió a rescatar al Betis de su estado de confusión cuando de meter un gol se trata y, en una acción con Fekir y Marc Roca tras sacar en corto el enésimo córner, soltó un zapatazo raso y violento dentro del área que se fue a la jaula del notable portero Batalla tras desviar levemente un defensor. Corría el minuto 76 de partido y Manuel Pellegrini envió otro mensaje con la entrada de Fekir como último y desesperado recurso rematador para encontrar ese gol salvador. Willian José abundaba en sus dudas y volvía a ofrecer un juego fantasmagórico, pero no fue Borja Iglesias el elegido para buscar una solución.
Un enorme murmullo recorrió el Benito Villamarín con ese cambio de Fekir por Willian José: era el tercero y esta vez último, ya que Pellegrini se vio forzado a agotar las dos primeras ventanas con las lesiones de Ayoze Pérez (19 minutos, entra Assane Diao) y de Aitor Ruibal (50 minutos, entra el canterano y debutante Pablo Busto, que cumplió con personalidad).
Ya no le quedaban más balas para batir a un Granada debilísimo, que justificó su posición en la tabla por su fragilidad cerca de su portero. Entre la impericia rematadora del Betis y el portero Batalla hicieron que se llegara a ese minuto 76 con el inquietante empate a cero. Pero Isco no se desesperó. No bajó un ápice en su empeño. Erre que erre, a una esquina u otra para botar otro córner, una falta lateral, un apoyo por dentro para abrir a Assane a la izquierda o a Luiz Henrique a la derecha. Es la luz de un Betis que se apaga por momentos, que acusa mucho, es lógico, la plaga de lesiones y la ausencia de los africanos.
Sorprendió el cariz ofensivo del once que eligió Cacique Medina y sorprendió el arrojo inicial del equipo, que acudió a apretar muy arriba con Bryan Zaragoza y Callejón en las bandas, más dos puntas trabajadores y fajadores, Lucas Boyé y Uzuni. Muy pronto a los dos minutos, dio un susto el Granada al fallar Rui Silva y dejar un balón suelto en el área, a los pies de Boyé. Golpeó en semifallo el argentino y desvió el balcón a la red Uzuni, pero con Rui Silva adelantado, el albanés estaba en manifiesto fuera de juego.
La ambición del Granada quedó en nada en cuanto Marc Roca y Guardado se hicieron los dueños de la zona ancha y Luiz Henrique, por fin Luiz Henrique, les recordó a los nazaríes sus debilidades defensivas en varias carreras hasta la línea de fondo.
La segunda carrera del brasileño llegó en el minuto 23, por la izquierda, cuando Ayoze Pérez ya estaba en el banquillo con hielo en el tobillo por la fea entrada del lateral Méndez. El sustituto del canario, Assane Diao, recibió un caramelo de Luiz Henrique desde la línea de fondo, pero quiso asegurar mucho el tiro abriendo el pie derecho y perdió potencia para soltar, además, un tiro centrado que repelió el portero Batalla.
La artera entrada de Méndez a Ayoze, que ya se marchaba por la banda izquierda y fue cazado por detrás con una tijera, calentó la sangre de los verdiblancos, que imprimieron un ritmo más alto. Isco apareció más en aperturas a un lado u otro, siempre al costado donde podía manar el peligro. Y los béticos empezaron a acosar y acosar. A provocar saques de esquina para que el golpeo combado de Isco decidiera. En el rechace de uno de ellos, Guardado recibió un despeje en el balcón del área y su tiro estuvo a punto de colarse tras desviarlo un defensor (30’). A los 35 minutos, Isco acude al remate en el área y a punto está de aprovechar un centro tenso, con el efecto hacia dentro, de Luiz Henrique desde la derecha.
Tras el descanso, fue Marc Roca quien probó a Batalla con un durísimo zurdazo a la escuadra que desvió el portero argentino (57’) y Willian José terminó de desatar el enojo de los béticos con él al desaprovechar un resbalón del lateral Bruno Méndez (61’).
Sonó a jugada definitiva, de las que terminan de convencer al entrenador de prescindir de un jugador. No salió Borja por Willian, lo hizo Fekir con su actual trote pesado, y al menos el francés le dio guita a la cometa de Isco para la acción del gol.
Todavía habría un susto final, por los caprichos del fútbol, en un balón profundo que aprovechó el uruguayo Arezo para batir a Rui Silva, pero el VAR confirmó el fuera de juego. En los últimos minutos Fekir e Isco, sobre todo Isco, se hicieron con la pelota y marcaron los tiempos para abrochar una victoria que lima tres puntos al sexto, la Real Sociedad.
/Escrito por Juan Antonio Solís para El Diario de Sevilla
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