Tampoco aparece lo que antes era habitual: tapadas salvadoras de Gabriel Arias. Por el contrario, en Vicente López tuvo complicidad en el primer gol del Calamar, el de Valdivia, porque salió a destiempo a cortar un centro y quedó a mitad de camino. Así, dejó su arco al descubierto
Tras el 0-3 ante Platense, esta es la crónica escrita por Nicolás Montalá, para el medio partidista, Racing de Alma
Racing debe mirar bastante hacia atrás para llegar al último partido en el que terminó con su valla sana. Y ahí aparecerá el 1-0 sobre Sarmiento, el 12 de marzo. Desde allí para acá, el equipo de Gago se ha convertido en un adversario con la mandíbula muy frágil cuando lo atacan, esto reflejado en un dato que asusta: hoy es el equipo con más goles en contra en la Liga Profesional: 26. Hasta el sábado compartía ese negativo lugar junto a Gimnasia, pero los tres tantos que le metió Platense en el 3-0 lo despegaron del Lobo. Hacia abajo… Y esto no es todo, hay más elementos sobre los goles que recibió Racing por la Liga.
Como dato alarmante también, hay uno que refleja lo desatento que el equipo de Gago está en los tramos iniciales de los partidos. En lo que va del semestre, a lo largo de ocho partidos por toda competencia, a la Academia le anotaron nueve tantos antes de los primeros 20 minutos. A saber: en el 0-3 vs Platense (Valdivia, a los 5′), en el 2-4 vs Talleres (Michael Santos, a los 5′), en el 1-3 vs Boca (Martín Payero a los 3′ y Pol Fernández a los 8′), en el 1-1 con Independiente (Martín Cauteruccio, a los 19′), en el 1-3 vs Gimnasia (Cristian Tarragona, a los 8′), en el 0-2 vs Godoy Cruz (Tomás Conechny, al 1′), en el 3-1 vs San Martín de Formosa por la Copa Argentina (Oscar Chiquichano, al 1′) y en el 2-2 vs Tigre (Brian Leizza, a los 15′).
Los goles que recibió Racing por Liga y demás son producto de fallas colectivas e individuales en lo defensivo
El declive del equipo de Gago en materia defensiva lo muestra a años luz de lo que fue aquel equipo sólido que parecía invulnerable. En este elenco de Gago son frecuentes las malas coberturas. Los amplios espacios vacíos. Retrocesos lentos. Un mediocampo sin contención. Pelotazos que lastiman a espaldas de los centrales, por cierto muy lentos. O Y fallas groseras en lo individual, como las dos erráticas salidas que terminaron en dos goles de la T. También hay distracciones en el juego aéreo.
Emiliano Insúa y Opazo, quienes jugaron muy mal contra Talleres, en Vicente López no sumaron minutos. Y sin embargo, tampoco hubo soluciones, esta vez por malas prestaciones de Leonardo Sigali, Jonathan Galván y Facundo Mura, desprotegidos por la poca marca en el medio en el equipo de Gago. Tampoco aparece lo que antes era habitual: tapadas salvadoras de Gabriel Arias. Por el contrario, en Vicente López tuvo complicidad en el primer gol del Calamar, el de Valdivia, porque salió a destiempo a cortar un centro y quedó a mitad de camino. Así, dejó su arco al descubierto.
Racing no puede pensar en mejorar su funcionamiento sin antes fortalecerse atrás. Primero, el equipo de Gago debe recomponer esa base y construir sobre ella en busca de romper una dura racha: siete partidos sin victorias, con seis caídas y un empate (en el clásico de Avellaneda). El equipo de Gago debe reaccionar cuanto antes. Y frenar el caudal en contra de su arco. Los goles que recibió Racing por la Liga son demasiados .
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