El equipo cordobés ganó por 3-1 con goles de Girotti, Portillo y Sosa. La desafortunada tarde del chileno se coronó con un gol en contra para el empate transitoriamente.
Fueron cinco los amonestados que tuvo Independiente y un expulsado. Desde acá se puede explicar lo que fue el debut del Rojo en la Liga Profesional. El equipo de Tevez se pasó de rosca. Aun con aciertos y errores de Yael Falcón Pérez, el equipo de Tevez confundió intensidad y actitud con meter y hablar de más. Es posible que el antecedente cercano haya tenido que ver con lo que fue esta derrota. En la última fecha de la Copa de la Liga, el rival había sido Talleres, que le levantó un 0-2 para dejarlo sin cuartos de final. Se habló de la actitud, de la personalidad de Independiente. Haber redoblado la apuesta no le salió bien.
Esta vez fue Talleres el que salió con las ideas más claras. Con Bou haciendo daño por derecha, la T hizo bien ancho el campo y se puso rápido en ventaja. A los 8’, la Pantera asistió bárbaro a Girotti, quien fue elástico para rematar y vencer a Rey. Al Rojo, sin embargo, el golpe no llegó a afectarlo. Antes de que la cancha pudiera reaccionar tuvo un golpe de suerte. Dos minutos más tarde, un centro de Ávalos que no llevaba demasiado peligro terminó siendo impactado por Catalán, que metió un cabezazo en contra para volver a empatar el juego.
Sin embargo, fue la visita la que estuvo mejor parada. Antes de la media hora, Independiente ya tenía amonestados a Canelo, Martínez e Isla. Pero 11 contra 11 el partido era parejo y con pocas llegadas. Lo que rompió el partido fue la expulsión (correcta) de Canelo. Ya amonestado, el delantero entró en plancha y vio la segunda amarilla, que se convirtió en una roja que hipotecó las chances del local.
En el descanso Tevez no metió mano en el equipo. Sin Canelo, Independiente se paró 4-4-1-1. El 4-2-3-1 se quedó sin el volante por detrás del nueve y los dos externos empezaron a hacer un recorrido más largo y arrancando desde más atrás.
Esto no le hizo bien a Independiente. Cedió demasiados espacios, se retrasó y Talleres lo fue metiendo cada vez más cerca del arco de Rey. Lo hacía sin tanta precisión ni claridad, pero de tanto empujar y acercarse el gol de la ventaja terminó llegando casi por decantación. A los 36’, Talleres ya tenía en cancha a jugadores frescos que terminarían siendo claves. Botta, el mejor de la cancha con su fútbol, y Sosa. El paraguayo entró para jugar los últimos minutos porque estaba tocado y terminó siendo el golazo que sentenció todo. Pero antes, Portillo metió la cabeza en una de tantas que cayó en el área y puso el 2-1 faltando nueve.
El equipo de Tevez, más por la exigencia de sus hinchas que otra cosa, se adelantó a los tumbos. Ya no tenía que cuidar nada y la T se acomodó de contra. En el sexto minuto de descuento, los de Córdoba salieron rápido desde su área tras un centro, Sosa cruzó mitad de cancha y se la metió por arriba de Rey. Tremendo golazo.
Ahí fue cuando los hinchas de Independiente terminaron de explotar contra su equipo. Si bien habían logrado pasar de fase en la Copa Argentina, Independiente volvió a quedar en deuda y debutó en el campeonato con una derrota que vuelve a dejar todo con la firmeza de un castillo de naipes. Porque más allá de que no consigue resultados, lo más preocupante es que el Rojo tiene un juego apenas discreto. Casi nada para lo que demanda su historia
/Ole
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS