Xeneixes y millonarios igualaron 2 a 2 en La Bombonera en un partido digno de una final. Ahora definirán la Copa en el duelo de vuelta en el Monumental.
EFE
BUENOS AIRES.- Boca Juniors y River Plate han empatado 2 a 2 en un partido de muchas emociones en la ida de la final de la Copa Libertadores (2-2) y así, todo queda abierto para el choque de vuelta, donde se decidirá el ganador de la Copa Libertadores 2018, en un encuentro que será como una final a partido único, ya que no cuentan los goles fuera de casa, en la que será la última final a doble partido de la historia de la competición.
El primer tiempo fue de una intensidad tremenda. Se esperaba en la previa un choque bastante trabado, con pocas jugadas de ataque y un ritmo muy lento, pero nada más lejos de la realidad. El partido fue un espectáculo de gran nivel, con muchas alternativas tanto en las jugadas ofensivas como en el marcador.
Empezó mejor Boca, sobre todo por corazón, pero la mayor calidad del equipo visitante permitió al equipo del sancionado Marcelo Gallardo encontrar mejores situaciones de remate. El Pity Martínez, con una falta directa que sacó muy bien Rossi, y Martínez Quarta, con un cabezazo que se marchó por poco, estuvieron a punto de marcar. Fue sin embargo Boca Juniors quien se puso por delante.
Corría el minuto 33 cuando Wanchope Ábila cazó una pelota en el área, se sacó un espectacular disparo, y su remate, repelido por Armani, fue cazado por él mismo, que mandó la pelota a la red con gran violencia. La respuesta de River Plate no se hizo esperar: nada más sacar de centro, el equipo millonario tejió una buena jugada colectiva, y dejó a Lucas Pratto mano a mano con Rossi, dejando este una gran definición para igualar la contienda.
El tanto dio alas a River, que inmediatamente después dejó dos buenas oportunidades: Santos Borré no pudo definir ante Rossi, mientras que el Pity Martínez se sacó un excelente remate que despejó la defensa. Siendo el control de River, parecía que el equipo visitante podía ponerse por delante en el marcador, pero de nuevo apareció la mística de Boca en esta Copa Libertadores.
Benedetto, que había entrado por la lesión de Pavón, puso el 2-1 con un excelente remate de cabeza al filo del descanso. En la segunda parte, el ritmo descendió, aunque se produjeron algunas buenas oportunidades. En el minuto 60, Casco lo intentó con un gran disparo de media distancia que se marchó fuera por poco.
Sería un minuto después cuando llegó la igualada, cuando en una falta lateral sacada por el Pity Martínez, Izquierdoz desvió el cuero hacia su propia portería, haciéndolo inalcanzable para Rossi. Todo estuvo calmado hasta que en el último minuto de partido, Carlos Tévez hizo una gran maniobra personal, regalándole la pelota a Benedetto, pero el remate de este lo sacó muy bien Armani, quedando el partido con ese empate que deja todo abierto para el choque de vuelta.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS