La llegada del plantel de Boca Juniors a Belo Horizonte, donde mañana enfrentará a Atlético Mineiro por el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa libertadores, estuvo inmersa en varias complicaciones a partir de algunas solicitudes realizadas por el personal del Aeropuerto Internacional «Tancredo Neves» respecto de hisopados que la delegación «xeneize» ya se había realizado en Buenos Aires.
«¡Acá estamos! Con demoras a la llegada, el plantel de Miguel Russo ya está en Belo Horizonte para jugar mañana la revancha de los octavos de final de la #CopaLibertadores ante Atlético Mineiro», tuiteó la cuenta oficial de Boca Juniors acompañando el texto con una imagen de los futbolistas desparramados en escaleras y otros espacios del lugar.
En el seno de la delegación «xeneize» resonó, a partir de esta situación, la «amenaza» del presidente de Atlético Mineiro, Sergio Coelho, quien al término del encuentro en la Bombonera destacó que Boca iba a ser «recibido y tratado en Belo Horizonte» de la misma manera en que ellos ´lo habían sido en Buenos Aires’.
«Llegamos al aeropuerto casi a media noche e hicieron que todos los miembros de nuestra delegación fuesen testeados por el Covid-19 siendo que todos nosotros habíamos sido testeados el propio domingo, el día del viaje, y fueron todos negativos. Nos quedamos dos horas esperando a que salga el resultado, a la madrugada, con mucho frío en Ezeiza, y cuando llegamos al hotel eran como las 3 de la madrugada», se quejó entonces Coelho.
Lo concreto fue que hoy a Boca le pasó lo mismo, y aunque los testeos habían sido realizados ayer, de la misma manera que los jugadores de Mineiro la semana anterior, primeros les pidieron hisoparse nuevamente, o de lo contrario validar uno a uno de manera impresa los efectuados este domingo antes de pasar por Migraciones, lo que demoró en más de una hora la salida del aeropuerto rumbo al hotel.
«Como de costumbre no fuimos bien recibidos por Boca, comenzando por la comisión técnica que presionó insistentemente, durante todo el juego, a nuestro entrenador, Cuca, hasta con ofensas morales. Hicieron presión desde el inicio hasta el final del partido, incluido el entrenador de Boca Juniors (Miguel Russo)», disparó Coelho el martes pasado. Parece que su «advertencia» ya empezó a tomar forma. (Télam)
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