La Academia fue con amor propio por el milagro, pero perdió 3-1 de local y no pudo hacer valer el 1-1 en Brasil. Con serios problemas defensivos, sin marca en el medio, fue superado por el San Pablo de Hernán Crespo. ¿Qué pasará con Pizzi?
No hay más Copa Libertadores. Se terminó la travesía en octavos de final. Un equipo que no generaba ilusiones otra vez mostró una imagen nefasta en un partido decisivo. Ya había pasado papelones con River y Colón, en dos partidos por títulos, y ahora perdió en casa contra el brasileño más flojo de la Libertadores, que marcha 15° en el ámbito local. San Pablo se impuso 3-1 a Racing en el Cilindro y avanzó a cuartos. Graves errores tácticos y un plantel sin jerarquía terminó quedando afuera. Ni siquiera pudo aprovechar el 1-1 que había conseguido una semana antes en el Morumbí. Papelonezco.
A pesar de que en el primer tiempo la pelota fue más de Racing, el único equipo que supo qué hacer fue San Pablo. Desde el primer minuto apostó a los pelotazos largos y el juego directo para hacerle daño a una defensa que presionaba alto pero sin marcar en ataque. Espantoso. Los de Pizzi, como acostumbran, fueron un híbrido que jamás se supo a qué querían jugar. Racing no defendió, no atacó, no jugó con línea de tres ni de cinco. Un espanto y con graves errores de concepto. ¿Cómo le pudieron hacer un gol corriendo desde mitad de cancha cuando el partido estaba 0-0? Imperdonable.
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