El grupo de la muerte estuvo a punto de ser mortal… para Alemania. La ‘Mannschaft’, dominadora y sin gol en la derrota frente a Francia (1-0) y brillante y punzante en el póker (2-4) ante Portugal, rozó la debacle en Múnich… ¡ante Hungría! Esquivaron el drama en los últimos instantes. Justo a tiempo. Leon Goretzka rugió colocando una igualada (2-2) que da el pase como segundos a octavos y les cita con Inglaterra en Wembley. Un clásico como en el 96′, 90′, 66’… Un mal menor. Un alivio.
El combinado magiar, a años luz del talento de Puskas, Kocsis y Kubala, se internó en territorio rival sin los cerca de 70.000 espectadores que le alientan en medio de la pandemia en su caldera de Budapest y estuvo cerca de colocar su bandera. En la nueva normalidad, Hungría es capaz de empatar a los campeones del mundo -Francia-, incomodar al ganador de la última Euro -Portugal- y llevar a Alemania al límite.
El final de la era Joachim Löw está siendo convulso. Al golpe de caer en la fase de grupos del Mundial de Rusia en 2018 estuvieron cerca de añadirle un nuevo mazazo. Uno de los que se quedan grabados para siempre. Evitaron el borrón. El cambio generacional se quedó a medias en esta Euro -recuperó a Müller y Hummels para el torneo- y su fútbol de quilates cotizó a la baja después de ser en varias fases el de mayor valor.
El aviso de Hungría
El grupo era un Everest para el conjunto de Marco Rossi. Tenían que subir un 8.000 sin oxígeno. Para hacer cumbre tenían que batirse con Portugal, Alemania y Francia y compitieron de forma heroica. Hungría ya había avisado empatando (1-1) frente a Francia… y confirmó sus buenas sensaciones en Alemania. A donde no llega su fútbol le alcanzan su seriedad e intensidad.
Con la Mannschaft asediando a Gulacsi, los magiares dieron el primer golpe. Adam Szalai se coló entre los centrales y cabeceó a gol el 0-1. El ex del Real Madrid, a lo Luca Toni, marcó llevando el grupo al límite.
Alemania estaba fuera con el resultado de Budapest y apretó. Hummels se topó con el larguero, Ginter no embocó, Kimmich, Kroos… El muro húngaro resistía y los ataques alemanes se estrellaban. Un clásico reciente del fussball. Sin embargo, Gulacsi les echó un cable.
El portero húngaro se comió una falta que Hummels cabeceó y Havertz empujó a gol. 1-1. Pero Alemania no podía estar tranquila. En la siguiente jugada, Schafer, tras un pase del capitán Szalai, aprovechó el despiste de Neuer y de su zaga para hacer el 1-2. Hungría mordía en cada contra. Volvieron las prisas, los apuros… hasta que Goretzka llegó al rescate. Hungría estaba K.O. y Alemania evitó el chaparrón. Escampó la tormenta. Salió el arco iris.
/Escrito por Jon Prada para Marca de España
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