No estaba dispuesta Alemania a marcharse de su Eurocopa antes de tiempo. Ni mucho menos. No fue sencillo, pero los anfitriones apretaron los dientes cuando tocaba y sacaron el genio en el momento justo. Dos zarpazos acabaron con la resitencia de una Dinamarca tan pulcra y bien trabajada como falta de chispa y definición. Kroos quería un baile más, se merecía otra fiesta y sus compañeros, el madridista no estuvo tan inspirado como suele, se encargaron de que en los cuartos de final pueda dar otra clase magistral. Los alemanes esperan rival y España afila los cuchillos. Primero hay que acabar con Georgia, pero el rival está ya velando armas.
No habían pasado ni cuatro minutos y Alemania entera ya cantaba a voz en grito un gol de su selección. Eso sí, la euforia duro poco más de un segundo. Gol anulado por falta previa y felicidad al carajo. Pocos segundos después, una doble estirada de Schmeichel, primero ante un disparo de Kimmich desde fuera del área y luego ante un cabezazo de Schotterbeck, abortó nuevamente la celebración de la grada alemana.El arquero danés volvió a aparecer cuando una volea con la zurda de Havertz tomó dirección a la portería nórdica. El arquero paró en seco un inicio arrollador de los anfitriones que salieron al campo con ganas de dejar la cosa sentenciada antes de que los seguidores se asentaran en el estadio.
Tras los golpes iniciales, Dinamarca decidió que no había llegado a los octavos de final de la Eurocopa para ser un pelele en manos de Alemania. Eriksen tomo el mando y los anfitriones dieron un paso atrás. Los daneses se aferraron al control del balón y con ello evitaron que el acoso alemán siguiera el curso. Una falta en la frontal del área puso el miedo en la grada teutona en una fase del partido en la que los daneses sintieron que podían dar la gran sorpresa del campeonato.
Parón por tormenta eléctrica
El parón por la tormenta, la que cayó sobre el estadio no fue normal y el partido se tuvo que detener durante más de 25 minutos, no cambió el guión. Alemania seguía estrellándose contra Schmeichel y Dinamarca buscaba el gol con un Hojlund al que la falta de gol le perseguía casi como una pesadilla. Una contra perfecta de los nórdicos se encargó de desactivarla Neuer con una de esas salidas valientes a los pies del delantero que deciden los partidos.
El inicio de la segunda parte arrancó con gol de Dinamarca. Andersen marcó tras una serie de rechaces dentro del área. La cosa no fue a más porque la acción se anuló por fuera de juego, pero el miedo ya estaba en el cuerpo de los anfitriones. Con el susto aún en el cuerpo un centro de Raum golpeó en la mano del mismo Andersen que tras la revisión del VAR se fue al punto de penalti. Complicado de digerir. Havertz no falló y adelantó a los anfitriones. Partido nuevo. El delantero tuvo en sus botas la sentencia pocos minutos después, pero su mano a mano con Schmeichel lo resolvió con una suave ‘picadita’ que se fue fuera por muy poco.
Pero Alemania ya había activado el modo tormenta y en una jugada a la espalda de la zaga danesa, que por obligación debía desordenarse, Musiala se pegó una de esas carreras que le han convertido en uno de los mejores jóvenes de Europa. Su deficinición dejó el partido sentenciado y a los locales celebrando con la grada en una comunión perfecta.
El combinado germano ya espera rival para el partido que se jugará el viernes 5 de julio a las 18:00 horas. Lo más probable es que sea España, que juega este sábado ante Georgia
/Escrito por Diego Picó para Marca
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