El encuentro se disputa en el Estadio Nacional bajo el arbitraje de Julio Bascuñán en un escenario marcado por la ausencia de público y las estrictas medidas de cuidado sanitario ante la pandemia.
Una serie de pantallas gigantes ubicadas a un costado del campo de juego acompañarán el juego entre Universidad de Chile y Colo Colo. En ellas se desplegarán imágenes de la hinchada de la U.
DOS LLEGADAS DE ENTRADA
Aunque como se presumía, el partido se planteó desde el inicio con mucha lucha en medio campo, pero con ambos equipos buscando las orillas para hacer daño.
De hecho, antes de los cinco minutos, dos jugadas que comenzaron por el sector derecho concluyeron con un remate de Mouche que se fue por sobre el travesaño y una anticipación de Guerra que contuvo Cortés.
En ese sentido, se ve en los primeros minutos muy activos a Bolados y Mouche y por el lado de la U, Guerra y Larrivey se alternan para ir a las puntas.
COMO SIEMPRE, PAREDES
Ratificando lo anterior, Mouche volvió a ganarle las espaldas a Matías Rodríguez, tras un pase profundo de Suazo. Centro rasante y la aparición de Esteban Paredes para definir de izquierda al primer palo de De Paul.
Un gol que le permite al capitán de Colo Colo igualar la histórica marca de Carlos Campos en los clásicos entre ambos equipos y que resulta un llamado de atención para Caputto.
¿Cómo es posible que teniendo la experiencia de los últimos partidos que él ha dirigido entre ambos equipos, no haya reforzado el sector derecho de su bloque defensivo?
Esta jugada de gol no va a ser ni la primera ni la última en que Mouche le ganó, le gana y le va a ganar las espaldas a Matías Rodríguez.
Eso se sabe, lo inexplicable es que no haya nadie que le cubra las espaldas.
LA U ADELANTA SUS LÍNEAS
Es lógico, un gol a los 10 minutos cambia cualquier esquema inicial.
Y si Universidad de Chile pretendía esperar a Colo Colo, eso ya no sirve cuando estás tempranamente en desventaja.
Por eso, la U adelantó las líneas y se instaló en campo contrario.
Conjuntamente con aquello, comenzaron los roces y aparecieron las tarjetas amarillas en la mano de Bascuñan.
Todas bien aplicadas: para Carrasco y Larrivet en Universidad de Chile y para Suazo y Mouche en Colo Colo
COLO COLO JUEGA MUY TRANQUILO
Si el gol de Paredes le puso una presión extra a Universidad de Chile, a Colo Colo por el contrario, le dio mucha tranquilidad.
De hecho, los albos comenzaron a hacer rotar el balón, teniendo a un muy activo Leo Valencia como eje central en la distribución del juego.
Y su defensa, que habitualmente da muchas licencias, esta vez se reforzó con la presencia delante de ellos de dos muy buenos rompedores como Fuentes y Carmona.
De esta forma, se simplificó el trabajo de Barroso e Insaurralde que se dedicaron en la primera etapa a devolver centros que llegaban de frente y sin mayor peligro para Cortés.
Claramente, Universidad de Chile no tuvo una sola ocasión clara en la etapa inicial para igualar el marcador. Salvo un tiro libre sobre el final, que parecía complicado, pero terminó siendo anulado por mano de Carrasco al ir a buscar el cabezazo
Y ojo, que Colo Colo tampoco hizo mucho: de Paul tuvo que tapar un remate de distancia de Valencia. Y nada más que eso en 45 minutos.
Aparte del gol de Paredes. Que no es poco, por lo demás.
CAMBIOS EN UNIVERSIDAD DE CHILE…Y DAN RESULTADO
Para enfrentar el segundo tiempo, Universidad de Chile dispuso el ingreso de Ángelo Henríquez por Guerra y de Gonzalo Espinoza por Cornejo.
Y este último respondió de inmediato a su convocatoria, anotando el gol del empate en la primera jugada de la etapa de complemento.
Centro de Montillo al área, la pelota cruzó dos veces el área sin que la rechazar ningún defensa de Colo. Un rebote, le cae a Espinoza, engancha hacia su izquierda y saca un remate que no encuentra ninguna resistencia de Cortés.
Es cierto que el arquero estaba tapado, pero eso no lo libra de responsabilidad en el empate azul
LA U JUSTIFICA EL EMPATE
Está dicho: un gol tempranero en el clásico influye en todo. En el estado anímico del que lo convierte y del que lo recibe. Y en el cambio de actitud para enfrentar el partido.
Pasó con el gol de Paredes en el primer tiempo y volvió a ocurrir con la anotación de Espinoza.
Por que Universidad de Chile, por primera vez, comenzó a controlar el partido.
Aparecieron, aunque no en el nivel que se les exige, Montillo y Aránguiz. De sus pies surgió el fútbol elaborado que hasta ahora no se había visto en el equipo de Caputto.
Aunque la verdad sea dicha, sólo con aproximaciones al área – llegando por derecha e izquierda- pero sin mucho trabajo para Cortés.
COLO COLO RESPONDE CON BLANDI Y EL MATI
Gualberto Jara, viendo que su equipo había perdido la pelota y que no tenía ninguna profundidad dispuso el ingreso de Matías Fernández y el argentino Nicolás Blandi. Salieron Valencia y Paredes.
En la primera jugada en que se juntaron, casi hacen la «Gran Espinoza».
Porque Bolados y Opazo tiraron una pared por la derecha y centralizaron el balón para el Mati. Este levantó la vista y le puso la pelota en la cabeza al ex San Lorenzo. Lamentablemente, este, a pesar de estar solo y de frente al arco, definió muy mal y mandó el balón por sobre el travesaño
SE LO PIERDE LARRIVEY
Colo Colo se instaló en campo contrario, pero esto trajo como consecuencia que se produjeran los primeros espacios en la defensa de Colo Colo.
Y ya sabemos que en esas condiciones, la zaga alba es muy permeable.
Lo comprobó Montillo en el minuto 75´metiendo una pelota larga a espaldas de los centrales y Larrivey se fue solo hacia el arco de Cortés.
Esta vez el arquero albo se rehabilitó saliendo prontamente a los pies al delantero azul, pero quedó la impresión que el argentino pudo hacer algo más.
De hecho, si venía con pelota dominada y se abría hacia su derecha probablemente hubiera obligado a que el arquero le cometiera penal. No lo hizo y terminó estrellándose con el meta.
LE GUSTA EL EMPATE A COLO COLO
Por lo menos, esa es la impresión que dejó el tercer cambio de los albos: salió un delantero (Mouche muy resentido) y entró un defensa (Felipe Campos).
Opazo se cambió de punta y Suazo pasó al medio campo. Seguramente con la intención de darle más libertad a Matías Fernández.
Y si Universidad de Chile lo quería ganar en esos últimos minutos, tampoco se notó mucho.
Toque, control de pelota, pero poco acercamiento al arco de Cortés.
De hecho, en esos minutos finales, el mayor riesgo para los albos fue un remate suave de Aránguiz, culminando por izquierda, una jugada que comenzó por la derecha.
NO ENTRARÁ A LA HISTORIA
Así se fue un nuevo clásico. Y dejémoslo ahí, porque de «super» no tuvo nada.
Con dos goles al comenzar cada tiempo que permitieron ilusionarse con un gran partido, pero que luego no ofreció mucho más.
Otro par de ocasiones en cada arco. Y punto.
No hubo mucho fútbol, tampoco grandes figuras.
Lo que puede dejarle a cada equipo es que no perdieron el partido. Si eso sirve de consuelo, pase.
Como en la tradicional canción de fines de diciembre: «un clásico más que se nos va».
Y la U termina con mucho dolor con este estribillo…»Cuantos se han ido, ya»
/Gerardo Ayala Pizarro
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