Gran exhibición del conjunto cafetero que se perfila como candidato. Luis Díaz, Dávinson Sánchez y Jhon Cordoba autores de los tres goles a los ticos
Cómo no ilusionarse con esta Selección Colombia. El equipo de Néstor Lorenzo hizo un partido redondo en Glendale, Arizona, en medio de la alta temperatura, frente a 27.386 espectadores, en su mayoría vestidos de amarillo, que gozaron uno de los mejores partidos de la era del argentino.
Fue un 3-0 contundente, que pudo ser más amplio, contra una Costa Rica que se quedó sin argumentos apenas recibió el primer tanto, que lo deja ya instalado en los cuartos de final de la Copa América.
Colombia tenía que armarse de paciencia, porque Costa Rica volvió a renunciar a la pelota y le apostó a aguantar en su campo, a armar un bloque de nueve jugadores y a convertir los alrededores de su arco en un campo minado. Así que había que evitar de cualquier manera el desespero en el que cayó Brasil en la primera fecha, que le costó no haber podido arrancar con victoria.
Desde muy temprano, Colombia dio el primer aviso: a los 6 minutos, Luis Díaz tuvo una opción con un cabezazo luego de un centro de Ríchard Ríos. La cancha se inclinaba hacia la portería tica. A los 20, en una acción que nació en el área colombiana, James Rodríguez, que celebraba diez años de su doblete contra Uruguay, tuvo la opción para anotar luego de una gran jugada de Díaz, que llegó al fondo y tiró un pase al borde del área: el remate del ‘10’ hizo volar al arquero Sequeira.
El gol estaba por caer. A los 24, Dávinson Sánchez falló al cazar un rebote y lanzar la pelota por encima del arco. Y a los 28, por fin, se dio la opción de abrir el marcador, en un gran pelotazo de Daniel Muñoz a Jhon Córdoba: cuando ya el delantero parecía controlado por Francisco Calvo, el portero, que había salido a nada, acabó atropellándolo. Penalti clarito, que Luis Díaz convirtió en gol de gran manera, colgando la pelota en un ángulo mientras el arquero se iba al otro palo, a los 31.
Esa primera etapa pudo haber terminado con un gol más a favor. Se lo perdió otra vez Dávinson Sánchez, luego de un gran centro de James que Díaz bajó al área chica: el zaguero del Galatasaray llegó tarde y no alcanzó a conectar.
La calma de Colombia para aumentar el marcador contra Costa Rica
Después de 135 minutos de Copa en los que no hizo ni un remate a la portería, Costa Rica, por fin, se acordó de que había un arco distinto al que estaba cuidando. Con la entrada del veterano Joel Campbell y de Joseph Mora, el técnico Gustavo Alfaro cambió un poco de idea.
Sin embargo, ahora fue Colombia el que fue metiendo a Costa Rica en su propia área. El segundo gol estaba maduro. Y llegó en una acción que se está volviendo característica de la Selección, el juego aéreo ofensivo: de los 43 goles que lleva el equipo en la era Lorenzo, 11 han sido de cabeza. Ahora, el que marcó fue Dávinson Sánchez, luego de un gran cobro de Jhon Arias, en el minuto 59.
Costa Rica, ya sin nada que defender, se vio desorientado en la cancha y expuesto a que le marcaran. Y sucedió muy rápido, a los 62, en una jugada que nació de un buen transporte de Jéfferson Lerma, quien se juntó con James Rodríguez. El ‘10’ tuvo la visión para meter, con su pierna menos hábil, la derecha una espectacular asistencia a Jhon Cordoba, quien picó al vacío y remató cruzado para vencer a Sequeira y convertir el juego en goleada.
Colombia tuvo tiempo de darles minutos a los jóvenes
La diferencia amplia en el marcador le dio margen de prueba a Lorenzo, que ya había sacado, en el intermedio, a Ríchard Ríos para cuidarlo por la tarjeta amarilla que recibió: en su lugar entró Mateus Uribe. Y luego, el DT comenzó a meter sangre fresca: Kevin Castaño y Yaser Asprilla, dos de los llamados a tomar el relevo en el futuro, reemplazaron a Lerma y a James, quien, otra vez, salió ovacionado.
Más tarde, Lorenzo le dio otro aire al ataque con Rafael Santos Borré y Jhon Jáder Durán, para el aplauso de Lucho y de Córdoba, quien había sido amonestado en la jugada que acabó en gol suyo, por quitarse la camiseta en el festejo. Resultó siendo un ensayo general con público con el equipo que asumirá el futuro cuando los consagrados se vayan.
Fue un partido redondo de Colombia, con grandes actuaciones individuales y con rendimiento colectivo que permite ilusionarse. Pero, como dijo Marcelo Bielsa hablando de Uruguay, lo más duro aún no ha comenzado. Primero vendrá Brasil, el martes, en el cierre de la primera fase. Y luego, los cuartos de final, en los que, de verdad, comenzará la Copa. Ahí no contarán ni el invicto de 25 partidos (22 con Lorenzo), ni lo que se ha hecho hasta ahora. Pero con este nivel, por qué no ilusionarse…
/Escrito por José Orlando Ascencio para El Tiempo de Bogotá
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