El City se llevó la primera victoria de la temporada en un partido muy completo que dominó de principio a fin. En el arco del Burnley no estuvo el chileno Laurence Vigoroux
Gran victoria del vigente campeón de la Premier League en su debut esta temporada (0-3). El Manchester City se enfrentaba al Burnley, recién ascendido de Championship, entrenado por un viejo conocido de la casa cityzen como es Vincent Kompany. Haaland fue decisivo dentro del área una vez más anotando dos goles en 36 minutos.
No dio tiempo el City al Burnley a asentarse en el terreno de juego. Y es que logró adelantarse en su primera ocasión de gol. En una jugada ensayada de corner, Haaland recibió el balón cerca del área pequeña tras el pase de cabeza de Rodri, y lo remató dentro.
Los de Guardiola manejaron el balón de cabo a rabo y apenas dieron opciones al Burnley. Tuvieron la segunda ocasión muy pronto. Tras un buen robo de Rodri al borde del área, que pasó hacia la banda izquierda a De Bruyne, este la puso al segundo palo, y Haaland la remató, como pudo, por encima del larguero. El City mostró un poderío físico muy superior al del Burnley. Sorprendió que hubiera tanta diferencia ya que es la característica que más se destaca en los equipos de Championship.
En el minuto 21 Guardiola tuvo un pequeño contratiempo. Kevin De Bruyne tuvo molestias musculares y pidió el cambio. Entró en su lugar Kovacic. Sin claras ocasiones, el City siguió siendo dueño del balón y buscó dormir el partido. El Burnley trató a toda costa de contrarrestar la posesión visitante, pero poco pudo hacer. Tuvo una clara ocasión cerca del final de la primera mitad tras un buen recorte de Foster a Walker, y cuyo posterior disparo acabó marchándose cerca del poste izquierdo de la portería de Ederson
Las intentonas del Burnley por salir a la contra no amedentraron al City. Otra vez la bestia noruega volvió a aparecer. Tras una jugada combinativa, Julián Álvarez dejó un balón muerto a Haaland. El noruego se encargó de ponerlo casi en la escuadra. Eso sí, tocó el larguero antes de entrar. Fue clave para el gran dominio del City, además de la determinación de Haaland, la conexión de la defensa con Rodri en momentos atascados del partido. El final de la primera parte dejó una curiosa anécdota en la que Guardiola echó la bronca a Haaland por discutir con Bernardo Silva. El técnico catalán ‘empujó’ la cámara que los grababa levemente.
Más de lo mismo tuvo lugar en la segunda mitad con un City que dominó aún más que en los primeros 45 minutos. El Burnley ni se acercó a la portería cityzen. Los de Guardiola trataron de dormir el partido con la posesión y movimiento de balón de lado a lado. De nada sirvieron los intentos locales por presionar la salida de un Manchester City que estaba muy cómodo en el campo.
Haaland pudo salir de Turf Moor con su primer hat-trick de la temporada hasta en varias ocasiones, pero tendrá que esperar para lograrlo. El que buscó en varias ocasiones el gol también fue Rodri. La primera vez de ellas tras una jugada individual desde el centro del campo hasta el borde del área en la que se decidió a tirar, pero tarde, y no lo logró. Pero a la segunda sí. Tras un centro de Foden después de una falta lateral en el minuto 75, Rodri se encontró dentro del área un balón muerto que mandó al fondo de la red. El City durmió totalmente el partido después del tercero. Cerró el partido una muy fea entrada de Zaoury a Walker que acabó con el delantero del Burnley expulsado.
/Escrito por Tomás Fernández para Marca
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