Sin grandes alardes, los de Xavi fueron pragmáticos y efectivos cuando tocaba. Un destello de Raphinha y el gol de Lewandowski en el comienzo del segundo acto convirtieron una visita poco apetecible y con cierta trampa en un mero trámite. Después apareció Ansu para poner el broche y confirmar que su recuperación definitiva va por buen camino.
El vaivén de emociones del Intercity no era recomendable experimentarlo de nuevo. No fue tampoco una exhibición de los azulgrana pero al menos el partido sirvió para recuperar a jugadores como Raphinha y Kessie, especialmente acertados, o para seguir proporcionando rodaje a Pablo Torre. Pero de todas las buenas noticias la mejor fue el gol de Ansu Fati. Su reconciliación con el gol sirve para desatar el optimismo en un Barça que cada vez tiene mejor pinta.
Si el canterano recupera su mejor versión, el tridente que podría formar con Dembélé y Lewandowski se convertiría en uno de los mejores de Europa. Y con ello, el Barça podría aspirar a todo. Este año ya llega tarde para ello pero la Liga y la Copa, unidas a la ya conseguida Supercopa, tampoco parece una mala temporada.
Ansu, te estaban esperando
Diez minutos tardó Ansu Fati en ver puerta desde su aparición en el partido de Ceuta. Salió en el 60′ y en el 70′ dejó su sello. Dos goles en los últimos tres partidos parecen dan permiso para que se dispare la ilusión con el canterano, al que el barcelonismo lleva esperando con una desorbitada esperanza. Él es el que puede dar el salto definitivo de calidad a este Barça.
Kessie tiene que enchufarse al equipo
Después de dejar buenas sensaciones en pretemporada, a Kessie se le empezó a poner cara de Alexandre Song según avanzó la temporada. Hasta tal punto que la participación del marfileño se reduce a presencias casi testimoniales y el Barça busca un sustituto para Busquets cuando su llegada ,entre otras cosas, iba destinada un poco a ello. Ante el Ceuta por fin hizo un partido completo. No es el escenario más convincente, pero por algo se empieza. Un gol y dos asistencias para coger confianza, que falta le hace.
Con el brasileño da la sensación que si acumula minutos y se confía en él, sus prestaciones irán a más. El problema es que Dembélé, ahora mismo mucho más decisivo, donde explota es en ese carril derecho. Y si Ansu mantiene el olfato goleador las opciones se reducen todavía más. Xavi tiene una difícil papeleta en los extremos. Bendito problema.
Lewy, un día más en la oficina
Con su doblete ante el Ceuta, el delantero polaco suma ya 22 goles en 23 partidos. Y había quién decía que el flamante fichaje del Barça venía ya pasado de kilometraje. Aprovechando la sanción en Liga, el ‘9’ azulgrana decidió engordar la estadística en Copa y demostró que su ambición no entiende de competiciones ni escenarios. Una auténtica garantía. Tenga la edad que tenga.
/Marca
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