El capitán del Barcelona fue la gran figura del partido y ya suma 25 gritos en el certamen, por lo que está al frente de la tabla de artilleros
Fue un partido prácticamente perfecto de Lionel Messi en el Barcelona que volvió a sumar de a tres en La Liga ante el Getafe y depende de sí mismo para ser campeón con siete encuentros por delante. El argentino, autor de dos tantos, volvió a ser vital para el conjunto de Ronald Koeman que se impuso 5-2 en el Camp Nou.
A los tres minutos, La Pulga estrelló un remate al travesaño al probar desde media distancia, una acción que sirvió como advertencia para los espectadores de que este jueves iba a haber show. Y así fue. Porque antes de los 10 minutos recibió un pase filtrado de Sergio Busquets, ante una línea de fondo muy adelantada del cuadro visitante.
El Diez tomó la pelota y emprendió la carrera en diagonal de derecha a izquierda sin obstáculos pero con un empujón de un adversario que tuvo que soportar para no trastabillar y así poder llegar al área para definir de zurda y gritar el 1 a 0, para de paso romper un nuevo récord.
Esa fue su conquista 468° en la Liga española y superó así la marca de Pelé, quien marcó 467 tantos en el fútbol brasileño, cifra que Leo había alcanzado en marzo de este año. Así, Messi se transformó en el máximo goleador histórico en un campeonato doméstico, es decir, nadie marcó más goles que él en una liga.
Su segunda aparición fue a los 15 minutos, cuando abandonó la franja derecha para juntarse con Jordi Alba en el otro extremo. Tras una pared con el español, probó desde afuera del área pero la pelota se fue alta, otro aviso para el Getafe que en ese momento ya caía 2-1.
Messi pudo gritar el 3-1, cuando ya se había superado la media hora de partido. El argentino se hizo cargo de un tiro libre desde la derecha que fue despejado por el arquero. El, luego de un mal despeje, le cayó a Clément Lenglet, quien pudo de cabeza devolverle la pelota al Diez, que ubicado en la derecha del ataque sorprendió con una bolea con su pierna menos hábil que hizo sonar el palo más lejano. Afortunadamente para él, la pelota cruzó todo el arco y regresó hacia donde se encontraba para ahora sí, de zurda, estampar el 3-1.
En el complemento el argentino estuvo más apagado. Incluso, el Barcelona dejó de ser tan vertical y eligió un juego más de transición. En esa apuesta el Diez se desentendió del juego y sin desequilibrio propuesto apenas intervino en contacto con el esférico, salvo en algún retroceso.
Pero sobre el final se dio el lujo de dar una asistencia en un tiro de esquina cerrado al primer palo que el uruguayo Ronald Araújo cabeceó para estampar el 4-2. Además, fue clave también en la última acción del partido al asistir a Griezmann, quien recibió una infracción en el área por la cual el árbitro cobró penal. La Pulga le cedió el tiro al francés que selló el 5-2.
Messi es ahora el máximo goleador de La Liga con 25 goles, cuatro más que Karim Benzema, su inmediato perseguidor. En la carrera por la Bota de Oro parece estar relegado ya que Robert Lewandowski, en la Bundesliga, ostenta 35 conquistas, aunque su ausencia actual por lesión podría esperanzar al delantero argentino.
/InfoBae
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