Un inicio arrollador del cuadro de Xavi y una presión asfixiante empujan al cuadro azulgrana a los octravos de la Europa League
Este Barça carbura. Queda mucho camino por recorrer, pero Xavi sigue dejando brotes verdes cada vez más evidentes. El cuadro azulgrana ha vencido en Nápoles con autoridad, poniéndose 1-4 arriba y dominando en todas las facetas a un equipo de nivel Champions.
El ruido de las bombas en Ucrania no era el mejor escenario para afrontar un partido del empaque de un Nápoles-Barça. Pero la pasión con la que se vive todo en la ciudad partenopea y jugar en un estadio en honor a Diego Armando Maradona ‘obligaba’ a centrarse en el balón. La alfombra donde el ‘Pelusa’ hizo las delicias de los napolitanos tantas tardes sin duda lo merecía.
Arrancaba la contienda con una pérdida rapidísima en su primera posesión del cuadro de Xavi y un rugido atronador de la grada del Maradona. ¿Miedo escénico? Un espejismo. El guion de partido que había diseñado el técnico de Terrassa, con presión altísima a la salida de balón napolitana, recibía un espaldarazo muy pronto.
Córner mal ejecutado por los locales y contragolpe magníficamente conducido por Aubameyang. Al gabonés le acompañaban dos gacelas más, ambas de L’Hospitalet. Pase medido y en carrera para Adama y este cedía para la incorporación de Jordi Alba. Definición perfecta con diestra y 0-1. Era el minuto 8.
PRIMER GOL EUROPEO DE FRENKIE
Jarro de agua fría para un Nápoles que no quería renunciar a jugar desde atrás, pero que se convertía en esclavo de sus nervios y su apuesta. Cinco minutos después del primer hachazo, desplazamiento largo para Ferran y este cedía de tacón para la llegada de Frenkie de Jong. El neerlandés conducía el balón y al observar la pasividad de la defensa se plantaba en la media luna y colocaba una rosca lejos del alcance de Meret. Primer gol en 47 partidos europeos para el ex del Ajax y 0-2.
El Barça olía sangre y seguía asfixiando a su rival dentro de su propia área. Rrahmani era un caramelo para la presión feroz y armónica que había orquestado Xavi. Todo marchaba a pedir de boca, pero en una jugada aislada, un balón largo a Oshimen terminaba con un penalti absurdo de Ter Stegen. El germano decidía salir y llegaba tarde para despejar el balón. Insigne colocaba el 1-2.
SIN BAJAR TRAS EL 1-2
Lejos de ‘deprimirse’, el Barça demostraba fortaleza y seguía generando peligro sin parar. Auba, Ferranm, de nuevo el gabonés en un córner. El tercero se mascaba mientras el Nápoles seguía enzarzado en su cruzada por sacar la bola de atrás. En el 44’, Piqué cazaba un rebote tras un córner y con una maniobra de ‘9’ puro, semejante a aquella mítica del 2-6 en el Bernabéu, marcaba el 1-3.
Con la faena medio hecha, pero con el deber de rematar la exhibición salían las azulgrana al Maradona. Probablemente habrá intentado Spalletti espolear a los suyos en la caseta, pero lo cierto es que el Nápoles no se ha llegado a creer sus opciones de reaccionar. De Jong campaba a sus anchas, flotaba por el verde y firmaba el (probablemente) mejor partido desde que defiende la camiseta del Barça.
FRENKIE ‘FLOTA’ Y AUBA SENTENCIA
Tras una ocasión clara de Adama, un balón del de L’Hospìtalet desde derecha al corazón del área lo dejaba pasar de forma deliciosa Frenkie y lo colaba en la escuadra de primeras Auba. Golazo y duelo sentenciado en el 58’. En el Diego Maradona, la ruidosa afición napolitana estaba totalmente enmudecida y solo retronaban los cánticos de los 500 espectadores del Barça. Después de tantos desplazamientos amargos, sin duda merecían una noche así.
Xavi aprovechaba la situación para dar descanso a sus jugadores y, por ejemplo, hacer jugar a un Riqui Puig que llevaba ocho partidos seguidos sin jugar un solo minuto. Politano lograba maquillar el marcador (2-4), pero no emborronaba una noche redonda para un proyecto de Xavi que empieza a coger color. Sigue quedando mucho, pero el camino tiene cada vez mejor pinta.
/Sport
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