Los azulgranas le dieron la vuelta al marcador a base de empuje y comunión con la afición
La Asamblea de Compromisarios se aplazó a medio orden del día justo a tiempo para que los asistentes no se perdieran ni un minuto del balsámico triunfo del Barça tras los mazazos de Da Luz y el Wanda con los que se marchó al parón. En el banquillo, ahí siguió Ronald Koeman, y sobre el césped, emergió en el once titular un Ansu Fati que mientras aguantó en lo físico estuvo fantástico. Suyo fue el gol que abrió una remontada que debe ser el inicio de la recuperación definitiva del equipo. La juventud de Ansu y Gavi, combinada con la experiencia de jugadores como Busquets y Jordi Alba, marcan el camino.
El efecto en la pizarra de Ronald Koeman con el regreso al 4-3-3 y Dest en el extremo derecho se tambaleó en apenas cuatro minutos. Los que tardó el Valencia en estremecer a un Camp Nou con media entrada pero muchas ganas de animar al equipo. Se dejó la grada las palmas de tanto aplaudir la primera combinación entre Gavi y Ansu Fati, presente y futuro de este Barça. El de Guinea-Conakry disparó al lateral de la reD
ANSU A LO GRANDE
Pero a la primera que tuvieron los ches, jarro de agua fría. Córner, despiste generalizado y zurdazo inapelable de Gayà. Ter Stegen, como le viene pasando últimamente, podía haber hecho algo más. Reaccionó de la mejor manera la afición, sin aspavientos, todo lo contrario, comprensiva y animosa. Y el equipo lo agradeció. Vuelta a empezar y balones a Ansu, el nuevo líder de este equipo. ¡Qué golazo para empatar! Pared con Memphis y derechazo cruzado desde la frontal inalcanzable para Cillessen. La locura, gritos de «Ansu, Ansu» y ya dos espectaculares goles desde su regreso. Muy fuerte.
El Barça había logrado lo más difícil, igualar rápido un partido que amenazaba tormenta, pero la claridad de ideas y la movilidad arriba, como en un ataque veloz de Alba que desbarató Gayà en el segundo palo, no se correspondió con los inquietantes desajustes defensivos. A la contra, Guedes rozó el segundo para el Valencia.
MEMPHIS SE APUNTA A LA FIESTA
El empuje azulgrana acabó reduciendo la valentía che. Una y otra vez lo intentó el equipo, incisivo sobre todo por una banda izquierda donde Jordi Alba ha encontrado a un nuevo socio que también luce el ‘diez’. Pase medido a un Ansu Fati muy, muy listo. Papeles invertidos, el canterano ejerció de veterano y Gayà, de juvenil. El capitán che entró con todo y cometió penalti. Discutido, pero penalti. Neerlandés contra neerlandés. Memphis titó tan y tan fuerte, y tan y tan bien que Cillessen no acertó ni a moverse. Gol para tomar oxígeno y marchar a los vestuarios con ventaja en el marcador.
TER STEGEN APARECE
Arrancó la segunda mitad y Ansu siguió a lo suyo. Gran jugada colectiva del equipo, iniciada por un gran Gavi, y chut del guineano despejado por Cillessen. Un buen arranque contestado de forma contundente por el Valencia. Primero, con un chut al palo de Carlos Soler, y después, con el remate de Guedes rebotado por el brazo de hierro de Ter Stegen en una postura inverosímil. Aquí sí recordó el alemán al de sus mejores tiempos.
Dos avisos muy serios que hicieron reaccionar a Koeman como un resorte. Imperioso tener el balón. Entró Coutinho por un ovacionado Ansu, después fue el turno de Nico y Mingueza, pero al margen de nombres, lo importante es que el Barça se convenció de que debía controlar las idas y venidas. En este aspecto creció la figura de Busquets y su proverbial templanza.
Y COUTINHO RENACE
El partido se encaminó a su recta final con la incertidumbre del marcador. Hasta que Coutinho, por fin, reivindicó su condición de goleador. Media diana, eso sí, hay que atribuírsela a Dest, entrega y gran manejo del balón para que el brasileño se diera la vuelta a cámara lenta y marcara solo ante Cillessen. Gol al fin y al cabo para desatar a una afición que enloqueció definitivamente cuando entró el ‘Kun’ Agüero. El Camp Nou le recibió con los brazos abiertos y respiró hondo cuando Gil Manzano pitó el final.
/Sport
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