El duelo entre estilos protagonistas comenzó favorable para el Liverpool de Jürgen Klopp, por jerarquía de sus jugadores y porque los nervios del inicio se hicieron presentes en los dirigidos de Marcelo Bielsa en el Leeds, que retornaron a la Premier League tras un largo periplo de 16 años en el Ascenso de Inglaterra.
Así, apenas iniciado el encuentro, el Liverpool ya había llegado varias veces con peligro al área del arquero francés Illan Meslier y, a los tres minutos, una inocente mano del defensor alemán Robin Koch -uno de los refuerzos estrella del equipo del Loco para esta temporada- le entregó un penal al conjunto dueño de casa. El egipcio Mohamed Salah definió con frialdad y el Liverpool se puso 1-0.
Envalentonados por la ventaja, los de Klopp se fueron adelantando en el campo de juego y, en consecuencia, dejaron espacios en defensa. Leeds manejó mal la primera contra pero en la segunda, a los 11, el wing Jack Harrison se inventó una genialidad, dejó a dos en el camino y definió al palo derecho del brasileño Alisson. La sensación de goleada de Liverpool se apagó rápidamente y el Leeds de Bielsa se ponía 1-1.
Si el penal de Salah le dio confianza al Liverpool; el de Harrison, lo apichonó. El equipo de Bielsa le tomó el gusto a atacar con velocidad el área rival e hizo transpirar a los de Klopp con varias estocadas que no terminaron en gol. Sin embargo, un descuido en defensa a los 20 minutos le devolvió la ventaja al campeón vigente de la Premier League: el neerlandés Virgil van Dijk le ganó a su marca y cabeceó con violencia y libertad un córner: 2-1.
Y si Rodrigo está en el banco es porque en la cancha está el goleador de Leeds de la temporada pasada: Patrick Bamford. El nueve se encontró con una mala decisión de van Dijk en la puerta del área, dominó y definió para el 2-2 a los 29 minutos.
Pero por algo la Premier League es considerada como la mejor liga del mundo. Tres minutos después, un rebote le quedó a Salah dentro del área y el egipcio sacó un zurdazo imparable: 3-2. Los errores en el fondo del equipo de Bielsa se hicieron presentes una vez más, primero por el rebote (despeje al medio del área) y segundo por la libertad con la que recibió el gran goleador africano. El Loco se agarraba la cabeza.
El arranque de segunda parte confirmó lo sospechado desde la primera. El equipo de Bielsa es un peligro cuando ataca, pero mucho más cuando defiende. El francés Meslier tuvo que revolcarse en numerosas ocasiones para que la distancia en el marcador siga siendo de un gol.
A los gritos, Bielsa intentaba despertar a los suyos. No fue suficiente y empezó a mover las cosas desde el banco. Ingresaron el galés Roberts y Rodrigo. No pasó demasiado hasta que el galés metió una pelota en el área que encontró la aparición sorpresiva del polaco Mateusz Klich, que dominó y metió un gran remate para que el Loco festeje el impensado empate.
Pero se ve que les falta ruedo a los recién incorporados porque, contra todo lo que indican los manuales, Rodrigo cometió un penal inexplicable a cinco minutos del final, a cinco minutos de que su equipo diera el batacazo. Salah no falló como es costumbre, desató el festejo de los suyos y la perplejidad del entrenador rosarino, que tuvo un debut nulo en lo material pero valioso desde lo simbólico.
/Fuente: Página 12
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