Si bien ambos conjuntos han llegado a esta ronda de la máxima competición continental apoyándose como un bloque, han sido siempre las individualidades las que han dado el plus necesario para sentenciar las eliminatorias.
Una de las virtudes de sendos conjuntos ha sido hasta ahora el haber encajado muy pocos goles, algo de lo que tienen mucha culpa sus porteros.
El francés Mike Maignan es el guardián indiscutible desde hace varias temporadas en el combinado ‘rossonero’. De hecho, el éxito del ‘Scudetto’ cosechado la temporada pasada no se entiende sin su figura y la remontada del Milan en esta campaña después un inicio de año paupérrimo coincide con su recuperación tras la lesión que le dejó sin Mundial.
El camerunés Andre Onana, en cambio, tuvo que pelear a principio de temporada por hacerse con una titularidad interista, pero que no ha dejado escapar la oportunidad con grandes actuaciones. El portero, ex de la cantera del Barça ha sido clave en Champions con grandes paradas en las dos eliminatorias pasadas.
Los dos han aparecido en momentos clave para su equipo a lo largo de esta ‘Champions’: Maignan para parar un penalti al Nápoles en una eliminatoria en la que ya había dejado una parada de valor gol en la ida y Onana con dos intervenciones clave ante el Oporto y el Benfica para sellar el acceso a las semifinales.
En defensa, dejando de lado la solidez que han mostrado ambos equipos, si ha habido dos jugadores que han destacado y que se presentan como armas clave para el partido, especialmente en ataque porque no son dos laterales al uso, son el francés Theo Hernández para el Milan y Federico Dimarco para el Inter. Pese a ser defensores, son uno de los máximos peligros de sus equipos por el lateral izquierdo con sus efectivas llegadas y su capacidad para ser determinantes en metros finales.
Dimarco, que parte siempre un poco más adelantado al formar parte de una defensa de cinco, es una solución siempre para desatascar los partidos gracias a su profundidad y su capacidad para sacar centros laterales; y se suma sin problema a la mayoría de ataques llegando el segundo palo para finalizar.
Theo, en cambio, partiendo desde más atrás, como un lateral al uso, aprovecha su calidad y su espectacular forma física para hacer daño con conducciones en diagonal desde campo propio, sorprendiendo y rompiendo líneas con mucha facilidad, generando superioridad en los últimos metros.
El centro del campo de ambos equipos está gobernado por jugadores del mismo corte. Tonali es el dueño del Milan, mientras que Calhanoglu o Brozovic lo son del Inter. Ellos son los encargados de dar sentido a las jugadas en todo momento y a coger la pelota en los momentos difíciles.
Tonali es la extensión de Pioli en el campo y su trabajo es fundamental para dar equilibrio. Se coloca bien en salida de balón y es capaz de darle fluidez al juego e incluso de llegar desde segunda línea para finalizar, pero su virtud reside en la de dar equilibrio al equipo siempre bien colocado e interpretando con precisión cuándo robar. Es el termómetro del juego ‘rossonero’.
Enfrente tendrá, previsiblemente, a Calhanoglu, aunque podría formar de inicio Brozovic. El perfil es parecido, quizá con la única diferencia de que Calhanoglu, al ser un jugador más ofensivo pero ahora en una posición más retrasada, puede ser más determinante en zona peligrosa teniendo en cuenta además su excelso golpeo de balón.
Y como jugadores más determinantes de ambos equipos es inevitable mencionar a Leao, que todavía es duda en el Milan, y Lautaro, indiscutible. Son las estrellas actuales de sus equipos y el peligro ofensivo no se entiende sin ellos. Son las mayores amenazas. Sin Leao el Milan tendrá que reinventarse y esperar que Lautaro, que se ha reconciliado con el gol, no esté muy acertado.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS