El Barcelona remonta el tanto inicial del Madrid, autogol de Araujo, y deja LaLiga casi sentenciada con los goles de Sergi Roberto y Kessie, en el descuento
Finalmente, ya puede decirse que LaLiga sólo puede perderla el Barcelona después de su triunfo épico ante un Madrid irregular y aparentemente desgastado. Kessie desató el delirio del Camp Nou al sentenciar el Clásico en el descuento, a centro de Ansu. El Barcelona había merecido ganar mucho antes, pero no sentenció el choque y tuvo que esperar a un final épico. Había empatado Sergi Roberto el tanto inicial de Araujo en propia puerta, resistió cuando el Madrid salía de la cueva y acabó poniendo la rúbrica a LaLiga en el descuento. Marcaron los ‘cuartos centrocampistas’ en el Clásico sin Pedri.
La necesidad del Madrid condicionó su planteamiento. O ganaba el Clásico o LaLiga se le ponía casi imposible. Así que planteó un partido sin complejos, en busca de goles. Sin embargo, el desarrollo del marcador modeló esa valentía. Ante un Barcelona que buscó en todo momento el dominio y por momentos jugó un buen fútbol, se mostró rácano cuando tenía el marcador a favor. El Barça, en cambio, buscó siempre el dominio, jugó mejor que su rival y tuvo ocasiones para llevarse el partido sin aprietos.
Otra clave fueron los duelos individuales. Araujo volvió a vigilar a Vinicius, pero esta vez el brasileño fue un incordio, sobre todo en la primera parte. Más tarde, dio una exhibición de malas decisiones. Generó todo el peligro de su equipo, para ir difuminándose en la segunda mitad, gracias sobre todo a las ayudas de Koundé. Por las bandas, los dos laterales internacionales del Madrid, Carvajal y Nacho, las veían cuadradas ante Balde y Raphinha, todo voluntad. A Nacho le perdonaron la segunda amarilla, muy clara, por falta sobre el brasileño. En la alineación azulgrana, la sorpresa fue Sergi Roberto, determinante con su gol y con buenos movimientos. Sin Pedri, faltó luz. La puso un poco De Jong, pero pese al dominio azulgrana faltó pulcritud.
Realmente, el arranque del partido prometió alternativas. Presión del Madrid desde el inicio, con un chut de Benzema tras una pérdida de Sergio Busquets antes de que se cumpliera el primer minuto. Respondió Lewandowski con un chupinazo a la media vuelta desde fuera del área después de una posesión larga del medio campo barcelonista. Rechazó Coutois, que poco después repitió en un cabezazo de Raphinha al rematar un pase de Busquets, en esa sociedad que los dos parecen haber fabricado.
El Barcelona había empezado bien pero un accidente, después de una gran internada de Vinicius, rompió el equilibrio. El brasileño recogió en el área un pase de Camavinga y, encarando a Busquets, lanzó un centro con muy poco ángulo que rebotó en Araujo y despistó a Ter Stegen. El balón entró en la portería.
No tenía el uruguayo el santo de cara, como otras noches frente a Vinicius, que poco después le hacía un túnel, crecido tras la acción del gol. Pero ahí estaba Koundé npara erigirse en líder de la defensa; o Christensen, que cabeceó desviado por poco un centro de Raphinha. Con el paso de los minutos, el uruguayo se quitó de encima la losa del autogol.
Volvió Christensen a inquietar a Courtois en un gran taconazo a centro de Frekie de Jong. Y el belga evitó otra vez el tanto azulgrana al desviar por los pelos un gran zurdazo de Raphinha después de una internada desde la derecha. De Burgos perdonó una tarjeta de libro a Nacho cuando ya tenía una al frenar en falta a Raphinha con un manotazo en la cara.
Intensificó el Barcelona su asedio en busca del empate conforme se acercaba el descanso, Sergi Roberto culminó un largo asedio barcelonista. Después de un fallo de Raphinha al ir a rematar, un centro de Araujo propició una serie de remates y rechaces. El último, de Militao, fue a parar a pies de Sergi Roberto, que restableció la igualada en la última jugada de la media parte.
Tras el descanso, el Barcelona no dejó que el Madrid buscase nuevas ventajas. Apretó arriba y un chut de Lewandowski superando el pegajoso marcaje de Rüdiger se perdió por poco. El polaco presionaba y buscaba el gol y probó una tijereta a centro de Sergi Roberto, creciente en el partido, que salió fuera. El Madrid, por su parte, no era capaz de dominar pese a su necesidad.
Otra vez Raphinha, motivado como nadie, apareció para poner a prueba a Courtois, que mandó a córner cuando el Clásico enfilaba el último cuarto de hora. Ancellotti, después de semana de Champions ante el Liverpool, renovó todo su centro del campo en busca de nuevas energías. Un error de Koundé, que hasta ese momento estaba realizando un partidazo, generó una ocasión de Benzema que desbarató Ter Stegen. Y, poco después, uno de los jugadores recién incorporados, Marco Asensio, marcaba pero en fuera de juego. Susto y, tras otro intercambio de golpes, Kessie puso el delirio al rematar tras taconazo de Lewandowski, centro de Ansu y remate del ‘Presidente’. De la esperanza madridista al éxtasis barcelonista.
/MundoDeportivo
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