«Ganamos, pero no jugamos bien. Fuimos pacientes y conectamos más con los jugadores de arriba, que mantuvieron bien el balón». Pep Guardiola ha acostumbrando durante toda su carrera a deleitar a los amantes del fútbol con la versión más lujosa. Una esencia que ha ido modificando con el paso del tiempo tras entender que el fútbol está en continuo cambio. Porque no hay mayor vergudo que una conciencia intranquila y Pep, en el fondo, sabe que su modelo necesitaba una adaptación. Y es que la vida es un viaje maravilloso, pero no estático, ya que estamos en constante cambio. Todo tiene un principio y un final… y el Manchester City está atravesando en estos momentos la mejor parte de una aventura única.
Aceptar los cambios les permite vivir el aquí y ahora más tranquilamente, disfrutar de la plantilla para transformarse en una versión más completa que ahora mismo le permite echar cuentas para firmar un triplete exclusivo e histórico. Porque cuando un equipo tiene a Haaland sobre el césped, la importancia de mantener el balón el máximo tiempo posible queda en un segundo plano. El noruego es capaz de reducir el miedo a la insignificancia para empezar a disfrutar del ‘otro’ fútbol: buscar las segundas jugadas, pases en profundidad…
El ‘otro’ fútbol
«Habíamos entrenado un poco los pases de media distancia y cómo podíamos manejar eso para generar oportunidades. Como defendían de forma individual, tuvimos que hacerlo más de este modo porque no teníamos los espacios para jugar nuestros pases en corto«, explica Kevin de Bruyne, la otra pieza clave en el cambio de planteamiento que ha llevado a cabo el Manchester City. Y es que la llegada de Haaland ha variado la forma de atacar al rival en el último tercio de campo e incluso la idea principal para sacar el balón desde atrás. El poderío físico del delantero permite a los centrales utilizar el golpeo en largo para buscar una segunda jugada que rompa el entramado defensivo del rival. Por ahí aparece el belga, que entiende y lee el fútbol a la perfección, para aprovechar su inteligente movilidad entre líneas.
Además, este año los ingleses priorizan los centros laterales como vía principal ofensiva tras tener en el área una amenaza constante. Una pareja de baile que obligará al Real Madrid a estar precavidos en todo momento y a reconfigurar los recorridos para defender con un sistema de ayudas que corte la producción de sus estrellas. De Bruyne-Haaland se han convertido en su primer año de vida en la conexión más letal del fútbol europeo: el centrocampista belga ha participado en 36 goles (9 tantos y 27 asistencias) y el delantero noruego en la friolera cifra de 59 goles (51 tantos y 8 asistencias).
Su inteligencia para leer el juego, su habilidad de pase y su capacidad para llegar al área rival han hecho de Rodri un jugador fundamental en los planes del entrenador español. El trabajo de un centrocampista de contención a menudo suele pasar desapercibido… pero no para Guardiola, que siempre ha sabido valorar esa posición: «Es fundamental para nosotros en los minutos que ha jugado esta temporada gracias a su intuición. Es un futbolista que puede correr mucho y para las segundas jugadas él nos lo puede dar. Y siempre le pido con balón, antes se movía demasiado y sin balón está bien, pero con balón como mediocentro te tienes que quedar ahí«, asegura.
El centrocampista es único para exhibir su clase y su compostura para guiar a sus compañeros. Ha alcanzado el punto de madurez necesario para convertirse en el ancla perfecto de un barco que construido para disfrutar de la velocidad de Haaland: «Quédate quieto porque cuando un mediocentro se mueve demasiado no tiene la habilidad para ver lo siguiente. Ahora está quedándose más en su posición con Gündogan o con Stones… porque quedándose ahí tiene la capacidad de hacerlo y creo que ha madurado mucho«, finaliza Pep para explicar la importancia de Rodri en su esquema. Y es que el futbolista español será otra de las batallas que tendrá que intentar ganar el conjunto blanco si quieren tener opciones de alcanzar otra final de Champions.
Para minimizar el daño de esta sociedad, el conjunto blanco tendrá que diseñar un plan defensivo que corte de raíz el problema ante un equipo que ya no trata de dominar el balón durante 90 minutos. El hecho de jugar de forma más vertical obligará a los hombres de Ancelotti a una minuciosa concentración porque Haaland te gana el duelo o te genera una segunda jugada. Y por ahí destrozaron al Arsenal de Arteta en el Etihad Stadium, que no pudo frenar al noruego, ni en el juego aéreo ni en profundidad, con Holding y Thomas.
Será fundamental la presencia de un pivote defensivo al uso para tratar de cerrar ese espacio entre la línea defensiva y la del centro del campo. Una pieza clave de la que se podría adueñar Eduardo Camavinga, futbolista fundamental para Ancelotti, para abandonar la posición del lateral izquierdo, que había ocupado en los dos últimos partidos de Champions. Su misión será vital para incomodar al noruego en los balones frontales y para controlar, gracias a su físico, los movimientos de De Bruyne en el último tercio del campo. Alaba, que ha dado un respiro a Ancelotti, será el central que presumiblemente salte a la caza de Haaland para encerrar al delantero con la ayuda del francés.
Un juego de ayudas que será fundamental para frenar los jugadores que lleguen desde la segunda línea (Bernardo Silva, Gundogan, Rodri…), porque la conexión Kevin-Erling es letal… pero no la única fuente de daños del conjunto inglés. «Hemos sido competitivos y consistentes. Hemos aprendido de nuestros errores en Champions. Cuando juegas contra equipos como Bayern, PSG, Madrid, Barcelona o Liverpool debes aceptar que, a veces, tienes que defender, ser constante y no conceder oportunidades fáciles«, asegura Bernardo Silva. Además, Camavinga deberá brillar con el balón en los pies para aprovechar su confianza a la hora de romper líneas enemigas. Una fuerza de la naturaleza que termine obligando a su par en la presión a pedir ayudas… para provocar la liberación de Kroos y Modric. Porque el Madrid tendrá que conceder lo mínimo, pero asustar arriba para neutralizar la conexión De Bruyne-Haaland.
/Marca
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