Entre el domingo a la noche cuando la Superliga Europea fue anunciada y este martes, lo que se escucharon mayormente fueron voces de rechazo y de amenaza a los participantes. Y ante manifestaciones de sus propios hinchas y posturas públicas de sus propios jugadores y entrenadores, Manchester City fue el primero en bajarse, actitud que seguirán los demás clubes británicos (Chelsea, Manchester United, Liverpool, Arsenal, Tottenham).
Así, seis de los 12 socios fundadores le dan velozmente un golpe de gracia al nuevo, millonario y polémico proyecto que habían iniciado junto a Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Inter, Juventus y Milan.
«El Manchester City Football Club puede confirmar que ha promulgado formalmente los procedimientos para retirarse del grupo que desarrolla planes para una Superliga europea», fue el texto del primer club que salió de la estructura todavía flamante.
Minutos después, Aleksander Ceferin -presidente de la UEFA-, expresó: «Estoy encantado de dar la bienvenida al Manchester City de nuevo a la familia del fútbol europeo. Han demostrado una gran inteligencia. El City es un activo real para el juego y estoy encantado de trabajar con ellos para un futuro mejor».
Los hinchas del Chelsea, en su estadio (Photo by Adrian DENNIS / AFP)
LAS PROTESTAS
Antes del partido con el Brighton por la Premier League, hinchas del Chelsea rodearon el estadio de Stamford Bridge con pancartas y cantos en contra de la decisión del club de sumarse a este nuevo proyecto que choca de frente con la Champions League y va en desmedro de las instituciones pequeñas («los débiles», como analizó Marcelo Bielsa, uno de los tantos críticos).
En este sentido, se sumó la renuncia de Ed Woodward, CEO del Manchester United y ex JP Morgan, una de las firmas dispuestas a sustentar la Superliga. Este dirigente inglés pensaba dejar el cargo este año, pero adelantó la decisión luego de, entre otras cuestiones, el rechazo que públicamente mostraron algunos jugadores de su plantel como Marcus Rashford y Luke Shaw.
MÁS RUIDO
Mientras todo esto ocurría y se hablaba de la posible dimisión de Andrea Agnelli, presidente de Juventus, Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid y principal impulsor de la Superliga, le respondía a L’Equipe: «¿Si me preocupa que algunos clubes dejen el proyecto? No. La situación es tan grave que todos están de acuerdo en llevar a cabo este proyecto y buscar una solución. Nadie fue presionado».
El tema es que más allá del mensaje de Pérez, se convocó a una reunión de urgencia en la noche europea de este martes con los 12 clubes fundadores para tratar un conflicto que explotó en menos de 48 horas.
LOS CONTRAGOLPES
Desde el mismo domingo por la noche hasta acá, hubo un cúmulo de voces en contra de esta Superliga Europea. Y hasta el Vaticano la rechazó, pasando por políticos, jugadores, entrenadores y los clubes. Con la UEFA y la FIFA como puntas de lanza, Pep Guardiola, Marcelo Bielsa, Kevin de Bruyne, los jugadores del Liverpool con un concreto mensaje colectivo y Ander Herrera fueron otros de los que se manifestaron abiertamente en contra.
/Olé de Buenos Aires
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