El rosarino hizo su análisis tras el triunfo por 3-0 de la Selección sobre Honduras y la proximidad del Mundial.
«Volví a disfrutar». Lionel Messi sale del vestuario después de haber sido una vez más la figura con la ropa de la Selección y se confiesa. El capitán, que marcó dos goles en el 3-0 ante Honduras en Miami, suelta el rollo: «Me siento bien, diferente al año pasado. Sabía que iba a ser así. Porque el año pasado la pasé mal, no terminé de encontrarme nunca y éste es diferente. Llegué con otra cabeza, más acomodado al club, al vestuario, al juego, a los compañeros. La verdad es que me siento muy bien y volví a disfrutar», repite.
Leo habla de lo que vivió y vive con el Paris Saint-Germain. De una temporada pasada que está lejos de sus mejores momentos. Pero eso quedó en el pasado. El rosarino cambió el chip en este segundo semestre, la rompe en Francia y también lo sigue demostrando con la Argentina.
Y no oculta la motivación que le genera tener tan cerquita una nueva Copa del Mundo, la quinta suya. Qatar 2022 está a menos de dos meses y la expectativa no para de aumentar, más aún cuando el 10 exhibe tamaño nivel. Sin embargo, no quiere ir más allá y aplica algo de paños fríos a tanto furor.
«Estamos como todos, con muchas ganas, ilusión y ansiedad porque llegue el Mundial. Pero al mismo tiempo con tranquilidad porque sabemos todavía queda un tiempito y tenemos que estar bien en nuestros clubes para llegar de la mejor manera», avisa. Y agrega: » nosotros estamos con la misma ansiedad que la gente, pero con tranquilidad. Tenemos un gran equipo y un gran grupo, pero un Mundial es especial y hay que ir paso a paso».
En lo que va del año en la Selección acumula 5 partidos, 8 goles y 2 asistencias ( en total tiene 88 en 164 encuentros). Participó en más de la mitad de los tantos del equipo de Lionel Scaloni. Y ya es el máximo anotador de esta era con 23 (superó a Lautaro Martínez: 21).
«Estamos disfrutando cada momento que estamos juntos, pero con seriedad cuando trabajamos. Es la última vez que podemos estar todos juntos y después no habrá mucho tiempo antes del primer partido del Mundial. Por eso aprovechamos cada momento para seguir creciendo e intentando cosas nuevas», dice Messi sobre este grupo de jugadores que ya hace rato goza de muy buena salud con una conexión pocas veces vista en un seleccionado nacional.
Pero, más allá de su rol de líder en este plantel, el mejor del mundo se ubica debajo de la figura del entrenador: «A mí no me toca bajar un mensaje, es el técnico quien da los mensajes. Ya somos grandes y cada uno sabe como prepararse y qué tiene que hacer para llegar de la mejor manera», deja en claro.
Se refiere a esta recta final de cada a la gran cita de noviembre en medio oriente y los temores a las lesiones de último momento que pueden dejar a cualquiera fuera de carrera. «En octubre habrá muchos partidos y poco tiempo de descanso, pero hay que afrontar lo como siempre porque si vas a cuidarte o a jugar pensando en el Mundial y en no meter la pata al final puede ser peor. Yo soy de los que piensan que las cosas pasan porque tienen que pasar», sostiene La Pulga.
La zona mixta está abarrotada de gente. Muchos curiosos se saltean las estrictas medidas de seguridad y buscan una foto o un autógrafo suyo. Y Messi cada vez que ve una camiseta celeste y blanca para a firmarla. Regala sonrisas ante los elogios dice que en el tercer gol, el segundo suyo en la noche del viernes, lo vio adelantado al arquero «y probé».
Bromea sobre las figuritas del Mundial que tanto revuelo arman y cuenta que sus hijos también intentan llenar el album. Lo dice y lo refleja: el 10 está tranquilo, con la confianza renovada. Y esa es la mejor noticia que puede tener Scaloni y toda la Argentina a un puñado de semanas de aterrizar en Doha.
/Clarin
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