El debut de Belgrano de Córdoba en la Copa Sudamericana terminó de la peor manera. No por el resultado, que fue un valioso empate sin goles frente Inter de Porto Alegre, el «cuco» en el grupo C que ambos comparten con Delfín de Ecuador y Real Tomayapo de Bolivia, sino por la grave lesión de Lucas Passerini, quien se rompió los ligamentos cruzados de su rodilla derecha y se sumó a la lista maldita de 20 futbolistas que juegan en Argentina y ya sufrieron ese diagnóstico solo durante 2024.
Iban 31 minutos del segundo tiempo en el estadio Mario Alberto Kempes cuando el delantero de 29 años, la gran figura del Pirata, aguantó de espaldas la marca de Vitão, un movimiento habitual en él, pero esta vez con la mala fortuna que se dobló la rodilla derecha y quedó tendido en el suelo. No se revolcó sobre el césped, sino que quedó casi sin poder moverse, y dejó la cancha llorando y tomándose el rostro. Se temía lo peor y se confirmó apenas un rato más tarde: tendrá entre seis y ocho meses de recuperación.
«Es una desgracia, la verdad que lo lamento mucho, es una noticia de mierda cada vez que se lastima un jugador. El otro día estaba viendo que hay muchos casos. Es un tema a estudiar, la verdad que no encuentro una explicación ni lógica ni fisiológica. Intentaremos colaborar para poder evitar», se lamentó Eduardo ‘Chacho’ Coudet, el entrenador del Inter de Porto Alegre, al enterarse en la zona mixta del estadio Mario Alberto Kempes.
Se suma a una ola de lesiones ligamentarias que afectan seriamente al fútbol argentino en la presente temporada.
/Clarín de Buenos Aires
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