Leo olvidó el semestre pasado y tuvo un arranque de año tremendo: a fuerza de goles, asistencias y récords, levantó a un Barcelona tumbado.
El viento sopla fuerte en Barcelona y Lionel Messi es un vendaval en este 2021. El año nuevo le cayó redondo al 10, que cambió la cara y se enchufó a 220v para reanimar a un equipo sin pulso ni ambición. Si bien trastabilló en la Champions, dejó dos goles en la serie vs. PSG (uno fue golazo) y metió un terrible sprint para arrimársele al Atlético Madrid en LaLiga. Los números lo avalan como el estandarte de esta resurrección culé. Ahora, ¿quién lo para?
Leo demostró porqué lleva la cinta de capitán en el brazo. «Voy a dar lo mejor», tiró tras el burofax y el sinfín de dramas cotidianos que vivió el Culé. Y cumplió. Después de recuperar energías por el desgaste institucional, volvió a su forma de master class, intratable e inalcanzable. Récords de goles, presencias, etc. Lo que se les ocurra. Este año regresó ÉL, la rutina de los extraordinario.
El arranque de temporada tuvo a un Messi terrenal, lejos de su figura alienígena. El semestre final del 2020 fue de sequía: tan sólo siete goles y tres asistencias en 14 PJ del torneo. Con 0,71 de promedio mantuvo buenos números, pero lejos de lo que acostumbra. Sumando la Orejona, hay que agregarle tres pepas y dos pases gol en cuatro matches de la fase de grupos. Hay que tener en cuenta que Ronald Koeman le dio dos partidos de descanso y se perdió la última función del año por una lesión en el tobilloDesde el 1° de enero se trae una lluvia de festejos. Ya no tan tirado a la derecha y alternando entre mediapunta y delantero centro, empezó a resaltar como antes. Por LaLiga se destapó por completo. Lleva ¡16 gritos y siete asistencias! en 12 PJ. Unas 23 participaciones directas de gol en un puñado de encuentros y elevó su promedio a 1.91 por partido. Y hasta seis veces facturó por duplicado. Terrible. Con 23 goles es el principal candidato a Pichichi del torneo, seguido por su amigo y ex compañero Lucho Suárez, quien tiene 19. De hecho, está en la lucha por el Balón de Oro, donde igualó a Cristiano Ronaldo como escolta de Robert Lewandowski. Eso que se perdió una fecha por suspensión…
Nada como ir juntos a la par. Con su buen andar, Barcelona también levantó. Acortó distancias con Colchonero y está a cuatro puntos de la cima, lo más cerca del título desde que perdió el primer puesto en la sexta jornada y jamás recuperó. Del cierre del 2020 en el sexto lugar a pelearle cabeza a cabeza al elenco del Cholo Simeone, que empieza a sentir la respiración en la nuca. La presión ejerce efecto.
Claramente lo de La Pulga es contagioso. En las 13 fechas que se jugaron desde que comenzó la segunda ronda, el Barsa es el de cosecha más fructífera: 37 unidades a base de 12 triunfos y un empate, con ¡29 de diferencia de gol! Algo que contrasta bien con el Aleti, que lleva 31 porotos con sólo 11 a favor de balance goleador (NdeR: tiene un match más). ¿El Real Madrid? Cuarto en la estadística con 27, por detrás del Sevilla de Huevo Acuña, Papu Gómez, Lucas Ocampos y Mudo Vázquez.
No sólo la rompe en el certamen local, también empuja en la Copa del Rey. Pasaron Cornellá (Leo estuvo ausente), Rayo Vallecano, Granada y Sevilla en épicas noches, con varios definiciones en el alargue y festejos desaforados. De a poco, el Blaugrana se convirtió en el único del TOP 3 en sobrevivir hasta quedar en la finalísima contra el Athletic Bilbao, que se jugará el 17 de abril en La Cartuja.
Aún debatiendo sobre qué le deparará el futuro, goza de su fútbol en Barcelona como hace tiempo no pasa. La sonrisa volvió, se presentó a votar por primera vez y no para de agitar marcas. Le quedan 100 días para definir qué hará, pero todavía le falta meter un par de tantos, acaparar algunos flashes y tomarse revancha por la temporada sin títulos. Con la fecha FIFA en el medio y sin acción con la Selección, le toca descansar después de una panzada de goles.Que este 2021 siga con todo, Leo.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS