Leo llegó procedente de Ibiza el pasado miércoles con la idea de rubricar el último contrato con el FC Barcelona. Tenía una enorme ilusión en que llegara ese momento, previsto para el jueves, especialmente después de ganar la Copa América con la selección de su país en Brasil y volver de vacaciones para reencontrarse con sus compañeros, uno de ellos su amigo Sergio Agüero, una de las novedades del Barça 2021-22.
Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando el presidente del Barça, Joan Laporta, le hizo saber a Jorge, su padre, que no podían inscribirlo en LaLiga por problemas estructurales y económicos.
Desplome
Fue entonces cuando a Messi se le vino el mundo encima. Se hundió. Y ayer seguía en estado de shock. Después de 21 años de relación con el FC Barcelona, el crack no podía creer que su etapa finalizara de una manera tan abrupta como inesperada. Ni en sus peores sueños había imaginado un adiós tan cruel e injusto. No era, ni mucho menos, la manera en la que merecía dejar un club con el que mantuvo siempre un idilio muy especial por apostar por él con solo 13 años.
Es cierto que Messi quiso abandonar la entidad barcelonista en el verano de 2020, con un burofax de por medio, pero también lo es que la situación supo reconducirse y, al final, Leo optó por no entrar en conflicto con el Barça, el club de su vida. Es más, cuando se hizo a la idea de que seguiría hasta junio de 2021, entonces ya pensó en finalizar su carrera deportiva firmando un nuevo contrato por otros dos años, hasta junio de 2023, tal y como estaba hablado desde que Joan Laporta ganara las elecciones del 7 de marzo.
Volver a la Lucha
El rosarino, de todas formas, un tipo fuerte y seguro de sus posibilidades, encontrará el momento para levantarse después de la caída y volver a la lucha. Su idea inmediata, según pudo saber SPORT, es tomarse un pequeño respiro cuando haya digerido la situación y, entonces, empezar a pensar en el futuro. Porque si algo tiene claro Messi a día de hoy, es que quiere seguir en activo y al más alto nivel de exigencia.
El ‘10’ siempre dijo que, estando en el Barça, nunca escucharía ofertas de otros equipos por muy tentadoras que fueran. Sabía que, como en el Camp Nou, no estaría mejor en ningún otro sitio. Cerró todas las puertas a una posible salida y la afición siempre le agradeció su compromiso y fidelidad. Ahora, sin embargo, al argentino le ha llegado el momento de abrir esas puertas. Por su calidad humana y por su talento, seguro que se le volverán a abrir todas las que desee. Y de par en par.
/Sport
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