Victoria con muchas dudas de un Barça que recupera el liderato, pero que fue superado en la segunda parte por un Celta que mereció el empate. Ante el Inter debe mejorar
El Barça ganó sufriendo a un buen Celta que mereció el empate, recuperó el liderato, se centra ya en el Inter del Milán y el Clásico del domingo no aparecerá en sus mentes hasta el jueves. Todo en ese orden, un orden establecido según sus prioridades en la actualidad. Y ahora mismo pasar la fase de grupos de la Champions League está muy por encima de la Liga y del Real Madrid. No ganar el miércoles al Inter no entra en los planes de un equipo hipotecado en lo económico y en lo deportivo a ese resultado. Si no ganan, se avecinan curvas en Can Barça. Y jugando como en la segunda parte lo van a pasar mal.
Xavi hizo algunos cambios en el once, sobre todo en defensa. Algo nada extraño, por otra parte. Probó con Marcos Alonso de central y Balde repitió en el lateral derecho. Junto a ellos dos de los capitanes Jordi Alba y Piqué. Dio descanso a Dembélé y Ferran y Raphinha acompañaron a Lewandowski arriba. Enfrente un Celta que aún no puede contar con su técnico Coudet -en Argentina por asuntos personales- pero sí con Iago Aspas y Gabri Veiga -presente y futuro del cuadro vigués- en el once.
El Barça metió una marcha más al partido desde el inicio ante un Celta más replegado de lo previsto. Los de Xavi se pudieron adelantar a los 10 minutos después de una falta ensayada que acabó con un trallazo de Raphinha que desvió Marchesín con muchos apuros. El meta celeste fue decisivo para mantener el 0-0 antes del primer cuarto de hora deteniendo también dos remates muy intencionados de Lewandowski y Ferran. Poco más duró la resistencia de los gallegos, en el 17′ un centro de Gavi lo despejó mal y en corto Unai Nuñez y Pedri remachó el gol desde cerca.
Los azulgrana estaban muy cómodos sobre el campo y más con el marcador a favor. Busquets, Gavi y Pedri hacían lo que querían ante un Celta timorato y sin poder de reacción. Pero todo este dominio sin un segundo gol se antojaba peligroso ante una acción aislada de un Celta con mucha pólvora arriba. Ter Stegen no debe tener buenos recuerdos de Aspas, una vez retirado Aduriz. Los vigueses se asomaron por el área local a partir del minuto 30 tras un balón adelantado de Aspas sobre Cervi al que no llegó por la rápida salida de Ter Stegen. Pero ahí acabó todo su potencial ofensivo hasta el decanso. Un 1-0 corto que pudo ampliarse si Munuera Montero no hubiera interpretado como piscinazo un claro contacto de Javi Galán sobre Raphina en el que, eso sí, el brasileño exagera la caída.
En la segunda parte el Celta sorprendió y salió con otro talante. Óscar metió el miedo en el cuerpo de los locales tras una contra en la que le llegó un balón franco, pero su remate se fue al limbo. Acto seguido Ter Stegen dio el susto tras un golpe en la espalda tras un despeje y tuvo que se atendido, pero el alemán pudo continuar sin problemas. El resultado abierto a estas alturas de partido dio alas a un Celta que se lo creyó unos minutos. El Barça perdió el balón, algo que no se puede permitir, y menos en el Camp Nou. Óscar volvió a tener el empate con un remate desde cerca que salvó Marcos Alonso. Le entró el miedo al Barça y un fallo en el saque de puerta de Ter Stegen estuvo a punto de costarle caro, pero Busquets evitó males mayores.
El Celta mereció el empate
Xavi estaba obligado a reaccionar, un bajón así no se lo puede permitir en Champions el miércoles, y realizó un triple cambio buscando dar la vuelta a la situación. Quedaba media hora y salieron De Jong, Ansu Fati y Dembélé por Pedri, Ferran y Raphinha. Pero el Barça no reaccionaba y seguía a merced de un Celta superior y que llegó a empatar por medio de Larsen, pero el gol fue anulado por un fuera de juego previo. Un mano a mano de Aspas, un remate fuera de Hugo Mallo por poco, un poste de Paciencia tras fuera de juego dudoso… el Celta merecía el empate. Pese a todos sus intentos, el cuadro gallego se quedó con las ganas de sumar un punto tras su buena segunda parte y que se va de vacío del Camp Nou tras un mal despeje de Unai Nuñez que aprovechó Pedri.
El Barcelona debe reflexionar y preguntarse a qué fue debido el bajón de la segunda parte en el que incluso llegó a perder la posesión del balón. Una situación así puede ser catastrófica este miércoles en un partido en que sólo vale la victoria si quiere seguir vivo en la Champions. Del Madrid ni hablamos…. todavía.
/Marca
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