El crack brasileño sintió molestias post práctica y ni viaja a San Juan para el superclásico.
La locura en la venta de entradas de la Selección en San Juan tenía un denominador común: Lionel Messi. Ver al 10 de cerca, en acción, por los puntos. También había otros nombres propios que enamoran, como Lionel Scaloni -o la Scaloneta-, el Dibu Martínez y Fideo Di María. Sin embargo, muchos argentinos también querían disfrutar de Neymar, que, aunque vista otra camiseta, es uno de los que mejor trata a la pelota en el mundo. Pero se van a quedar con las ganas.
El 10 de Brasil no viajará a San Juan debido a una molestia física y partirá hacia París para no complicar esa dolencia y así poder estar en los duelos por la Champions League. La lesión apareció después del entrenamiento de este lunes, justo antes de que la delegación de Tite tome el avión rumbo a Argentina. El jugador y el CT decidieron que lo mejor era no arriesgar.
Brasil abrochó el boleto al Mundial en la fecha pasada, con el 1-0 sobre Colombia, por lo que era innecesario arriesgar de más. También es cierto que Brasil, y Ney, tienen la espina de lo que pasó en la última Copa América, donde Messi y compañía conquistar el Maracaná. Y en San Pablo, por Eliminatorias, apareció Anvisa…
Así las cosas, Brasil se queda sin una de sus mejores armas. Tiene otras para reemplazarlo, como Gabriel Jesus o Vinicius Jr., pero Ney es de los distintos. Una buena para la Selección, que tendrá una preocupación menos. Una mala para los hinchas que lo querían ver en cancha.
UNA RELACIÓN QUE VA MÁS ALLÁ DE LA PELOTA
La foto de ellos dos, uno en la gloria y otro derrotado en su casa, no solo recorrió el mundo, sino que también dejó un mensaje: la amistad va más allá de los resultados, que tiene a la pelota de por medio. Lionel Messi y Neymar Jr. podrían haber sido las antítesis de este deporte para así generar que el clásico entre Argentina y Brasil tenga un condimento más. Sin embargo, ellos rompieron paradigmas y dejaron en claro que son lo mismo: las máximas figuras y los goleadores top de sus selecciones. LioNey.
La relación entre los 10 nació allá por el 2013, después de que el Barcelona de Leo baile al Santos de Ney en el Mundial de clubes y que el brasileño llegue al club Culé. En ese año, al más joven de los dos (Messi le lleva cinco años) no le estaba yendo tan bien en el Barsa y ahí fue donde empezó una relación que tiene tango, samba y fútbol. “Él vio que estaba medio llorando porque no había jugado un buen primer tiempo. Messi se dio cuenta que estaba triste y empezó a hablar conmigo: ‘Tenés que ser vos. Jugá tu fútbol y no te dejes intimidar’.Después de que él me viniera a hablar, me comencé a soltar, a mostrar mi fútbol y a tener confianza. Fue cuando me relajé, encontré la felicidad. Gracias a Leo”, contó el paulista. Ahí nació una amistad que perdura más allá de maracanazos.
Se enfrentaron seis veces, cuatro ganó el argentino y dos el brasileño. Lo que sí tienen en claro es de qué se trata compartir equipo. En Barcelona compartieron cuatro temporadas y los números son tremendos. Ganaron diez títulos a la par, ese mismo dorsal que visten para sus países. Fueron 161 encuentros a la par y ganaron 124; Leo clavó 150 goles, Ney 84; y se asistieron 56 veces.
El destino los alejó en 2017, cuando uno se fue al PSG, pero los acercó de dos maneras diferentes. Por un lado, la final de la Copa América de este año, en el Maracaná, en donde Messi se dio el gusto de su vida y Ney masticó bronca. Sin embargo, también se alegró, y mucho, por su amigo.
“Perder me duele, me lastima… Es algo con lo que todavía no he aprendido a vivir. Ayer cuando perdí fui a darle un abrazo al más grande y mejor de la historia que vi jugar. Mi amigo y hermano MESSI. Estaba triste y le dije ‘fdp me ganaste’. Estoy muy triste por haber perdido. ¡Pero este tipo es una mierda! Tengo un gran respeto por lo que ha hecho por el fútbol y especialmente por mí. ¡¡¡ODIO PERDER !!! Pero disfruta tu título, ¡el fútbol te estaba esperando para ese momento! FELICIDADES HERMANO HDP”, le dedicó Neymar a Leo al otro día de la coronación en el mítico estadio carioca. No hace falta completar más nada para entender que son lo mismo. Solo resta completar que el destino los volvió a juntar en París, en donde Leo ni siquiera le pidió la 10 que ama. Otro gesto.
/Ole
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