Esta crónica corresponde al proyecto de Todo fútbol: «1962, Un ejemplo para el Chile de hoy». Un espacio que llega a ustedes gracias al financiamiento del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional
El delantero de Unión Española fue uno de los arietes más talentosos en la historia de nuestro fútbol. Capaz de hacer un gol dejando en el camino a medio equipo adversario, como de pasar corriendo detrás y sacarle la gorra a un carabinero o ser expulsado por pegarle una patada en el trasero a un defensor brasileño
Hablar de Honorino Landa es recordar miles de anécdotas, algunas absolutamente ciertas, otras exageradas y también algunas inventadas. Quien escribe da fe, que estas que le narramos ahora para mostrar como era la personalidad de «Er Nino», son absolutamente efectivas.
- El año 1961 en que sólo con 18 años fue goleador y mejor jugador del campeonato nacional hizo un gol impresionante ante Magallanes. Tomó la pelota en mitad de cancha, le hizo un túnel a Ampuero (fiero volante albiceleste) y emprendió un pique demoledor, llevando la pelota «atada al botín» (según el relato de Hernán Solís), eludiendo al menos a tres o cuatro defensores en el camino. Cuando le salió el arquero Ojeda, lo dejó tirado en el piso, hizo el gol y se fue corriendo para celebrar en la pista recortan del Estadio Nacional.
- La historia no termina ahí, porque en su carrera para esperar a sus compañeros y celebrar con ellos, al pasar le sacó la gorra a un carabinero y se la puso muy ufano, mientras el policía lo perseguía para recuperar su implemento. Los hinchas de Unión Española que estaban en las tribunas arrojaban cojines y boinas al aire. Mi papá, en cambio, gritaba: «Payaso» (obviamente no era hincha de Unión Española y estaba a esa hora en el estadio, porque en el partido de fondo jugaba Colo Colo). Yo calladito y tomado de su mano comenzaba a idolatrar a ese jugador con el número 9, despeinado, camiseta afuera y medias abajo.
- Esto de la gorra fue seguramente la práctica para una jugada que después repitió otras veces, pero en la cancha y con una víctima favorita. Francisco «Pancho» Fernández, arquero de Audax Italiano que se autodenominaba «Atila, el Rey de los Hunos» y que jugaba con un vistoso jockey cuadrillé. En los clásicos de colonia, por lo general, en algún momento, esa gorra terminaba en la cabeza o en las manos de Honorino Landa, que luego la arrojaba lejos. En un partido en Santa Laura, arco norte, en un córner esa broma derivó en que el arquero itálico se enfureciera tanto que se olvidó de la pelota y «Er Nino» cabeceó sin problemas hacia el arco desguarnecido y anotar el gol que sería el de la victoria.
- Como contábamos más arriba, su habilidad y velocidad eran un problema insoluble para cualquier defensa. Arrancaba mirando hacia el piso y los rivales ya sabían que la única forma de detenerlo era con un foul. En un partido jugado ante el Ballet Azul de Universidad de Chile, faltando pocos minutos y con el marcador cero a cero, emprendió esa carrera imparable, dejando atrás a Marcos, Sepúlveda, Contreras y Donoso. Cuando salió el arquero Manuel Astorga lo eludió con un dribling largo y posteriormente, lo increíble: con el arco vacío su remate se fue desviado (arco sur estadio Nacional). Cuentan y de esto no puedo dar fe, porque pasó al interior de los camarines, que al ser increpado por el entrenador (creo que era el vasco Pedro Areso) por el gol perdido, su respuesta fue para el bronce: «Usted nos dijo que había que cuidar el empate y eso fue lo que yo hice: cuidé el empate»
- Esta si que la vio mucha gente y todos con una expresión de asombro. Partido con Brasil, semifinales de la Copa del Mundo Chile 1962. Antes del inicio del campeonato, un periodista italiano (el mismo que desató «La Batalla de Santiago) analizando el equipo chileno solamente destacó las virtudes de su número «9»: Attenti Landa, attenti Landa, escribió. Eso hizo que Honorino fuera marcado rigurosamente al hombre durante todos los partidos de Chile. Algunas leales, como las de los alemanes en la fase de grupos y otras a punta de infracciones y faltas, como las de Brasil en el mencionado partido, por parte de los dos centrales: Zózimo y Mauro. Este último, especialmente, le debe haber pegado un centenar de patadas. Ya muy cerca del final, el delantero chileno pudo hacer un golazo de chilena, pero Gilmar sacó la pelota al córner (foto portada). Posteriormente, un par de minutos después, Honorino le metió un túnel a Mauro y cuando se iba hacia el arco recibió un guadañazo de parte del zaguero brasileño que perfectamente pudo haberlo fracturado. El árbitro Yamasaki venía a mucha distancia y no cobró nada. Esto enfureció a Landa, que se levantó del suelo, corrió tras el mencionado Mauro y de una patada en la (bueno…en el trasero) lo levantó por el aire. Esto si lo vio el japonés – peruano que expulsó de inmediato al chileno, quien así no pudo jugar por el tercer puesto con Yugoeslavia.
SÍNTESIS
En plena Copa del Mundo, el goleador cumplió 20 años, siendo el integrante más joven del plantel chileno que consiguió el tercer lugar.
Nombre: Honorino Landa Vera
Fecha de Nacimiento: 1 de Junio de 1940
Posición: Delantero
Debut en La Roja: 12 de Octubre de 1961 (Chile 2 – 3 Uruguay)
Partidos en La Roja: 25
Goles en La Roja: 5
Títulos: No
Copas América: No
Mundiales: 2 (Chile 1962, Inglaterra 1966)
Club: Deportes Aviación (últ. club en 1974)
Honorino Landa debutó profesionalmente en Unión Española. En 1961, fue el goleador de la liga nacional con 24 tantos, junto a Carlos Campos. Esta marca lo llevó a la Selección dirigida por Fernando Riera para debutar con tan sólo 19 años en el amistoso frente a Uruguay (2-3), entrando desde el banco en reemplazo de Armando Tobar.
Sus 2 primeros goles llegaron en su tercer partido por La Roja. La victoria por 5-1 a Hungría contó con un doblete de ‘Nino’, y este fue el impulso definitivo para integrarlo al plantel que disputaría el Mundial en nuestro país.
En el torneo, Landa se ganó un puesto en el once inicial y saltó al campo en el debut de Chile ante Suiza (3-1). Fue el más joven de los locales en cancha. Al día siguiente, un 1 de junio de 1962, recién cumpliría los 20 años. El goleador terminó siendo titular en 5 de los 6 los cotejos mundialistas.
Tras la competición, el atacante continuó siendo un nombre estable durante la década. Disputó la Copa Carlos Dittborn (1962, 1964 y 1965), Copa Juan Pinto Durán (1963 y 1965) y Copa del Pacífico (1965), en esta última anotando 2 goles en la victoria 4-1 de Chile frente a Perú en Santiago.
En 1966, integró el equipo que viajó a la Copa del Mundo de Inglaterra y fue titular en 2 de los 3 compromisos. La caída 1-2 ante Unión Soviética fue el último registro de ‘Nino’ con La Roja. En 25 partidos oficiales, convirtió 5 tantos.
Un 30 de mayo de 1987, Landa falleció a la edad de 44 años, exactos 25 años después del partido que enfrentó a Chile y Suiza en el Mundial de 1962.
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