Otra vez más. Una más. Es la historia de siempre, desesperante para sus rivales, entre ellos, el Barça, que sufre desde la distancia un regalo tras otro a los blancos. Cuatro jornadas disputadas tras el parón por el coronavirus y siete regalos. La moneda siempre cae de cara para el Madrid.
El primer tiempo fue igualado, en ocasiones y juego. El balón lo tuvo mucho más el Mallorca ante un conjunto blanco en el que Zidane juntó a Bale, Hazard, Vinicius y Benzema. Los dos últimos fueron un peligro constante para los baleares, sobre todo a la contra, en velocidad. A los seis minutos, se la comió por alto Sedlar, Benzema controló con el pecho y Reina tuvo que despejar el disparo a bocajarro del francés. El balón le cayó a Bale, que volvió a probar al meta del Mallorca con un trallazo desde fuera del área.
La respuesta del equipo de Vicente Moreno fue contundente. Baba se sacó de la chistera un disparo que se abría camino de portería y Courtois salvó el gol con la punta de los dedos. Luego fue Kubo quien probó al belga.
OTRO REGALO ARBITRAL
Antes del enésimo regalo arbitral, Vinicius la tuvo dentro del área, pero se le hizo de noche. Hasta que Melero López miró para otro lado cuando Carvajal derribó en el centro del campo a Dani Rodríguez. La falta era clarísima, meridiana. El balear salía a la contra y Dani le derribó con el cuerpo, olvidándose el balón. «Jueguen, juguen», dijo el colegiado. Lo que pasó después estaba cantado. El balón cayó en las botas de Vinicius, que superó con talento y clase a Reina.
Benzema, a los pocos minutos, buscó en su maleta de trucos un pase mágico para Vinicius, que la envió al larguero. Pudo ser el segundo y, esta vez sí, habría sido limpio, sin necesidad de hurtar a su rival.
El Mallorca no se vino abajo, pese a habría una respuesta humana a lo ocurrido en el 1-0. De hecho, se vino arriba, con ilusión y sobre todo, un Lago Junior peligrosísimo que forzó a Carvajal en cada una de sus acciones. Tanto que a Bale se le vio más ayudando a su compañero que atacando.
GOLAZO DE RAMOS
En el Madrid, casi en exclusiva, quienes atacaban eran Benzema y Vinicius. Kubo, jugado del Real Madrid cedido al Mallorca, apuntaba más que convencía. El partido acabó cuando Raíllo cometó manos en la frontal y Ramos marcó de falta directa con un lanzamiento que habría firmado Schuster. A los pocos minutos Budimir remató de cabeza a las manos de Courtois buscando meter a su equipo en el partido. También lo probó Kubo de jugada personal.
Pero no pasó nada más. Muchos cambios, algún susto en ambas áreas y poco más. Lo más destacado, el debut de Luka Romero en el Mallorca, que, con 15 años, es el jugador más joven de la historia en debutar en LaLiga.
/Escrito por Iván San Antonio para Sport
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