El Madrid golea al recién descendido Granada luciendo a su unidad B. Doblete de Brahim, estelar, secundado por Fran García y Güler. Ovación a Modric y bronca para la Directiva local
El Real Madrid se paseó por el Nuevo Los Cármenes con la autoridad del campeón ante un Granada deprimido por su descenso, consumado dos horas antes. El equipo blanco demostró la calidad de su fondo de armario, el que ha mantenido el ritmo en lo más alto cuando fallaban los titularísimos. Brahim Díaz encabezó una brillante actuación coral al firmar dos tantos, el primero de crack. Lo que ha ganado la selección de Marruecos. Al 21 le secundaron todos, pero con mención especial para Güler, que moja en cuanto le dan minutos, y Fran García, desbordante en su faceta ofensiva. Gol y asistencia.
Como lo cortés no quita lo valiente, el Granada recién descendido se situó a ambos lados de la salida de vestuarios para recibir al campeón de Liga en pasillo. Detalle de elegancia aplaudido por la hinchada, que aplazó su masiva protesta contra la Directiva. La mala gestión de la temporada es evidente desde hace meses, como prueba un descenso temprano e inevitable. Sandoval, que siempre es valiente, metió dos arietes para preocupar al Madrid, Uzuni y Boyé. Gente con gol para dar buena imagen en la penúltima cita en Los Cármenes. Como en toda la temporada, salió regular.
Sólo repitió un nombre en la alineación Ancelotti respecto a la que compuso ante el Bayern. La roca Rüdiger. Junto al alemán se situó Militao, falto de rodaje. Lo demostró en un par de lances con Boyé, un artista en los controles orientados. En la misma situación está Courtois, con hambre de portería. Metió una buena mano tras cabezazo de Bruno Méndez y sacó un desvío de Camavinga con reflejos. El belga ha elegido la mejor forma posible de abrir el debate en el cuerpo técnico para la final de Wembley. Thibaut quiere jugarla.
El mérito indiscutible de los menos habituales en la Liga del Madrid es una evidencia quedó de manifiesto en la calurosa tarde granadina. Después de la exhibición de Joselu ante el Bayern, Abrió la función Brahim, ya pasada la media hora, al entrar por derecha, meter el pase atrás y culminar Fran García, tras dejar pasar gentilmente Modric. Primer y últiimo protagonista coincidieron en el inicio y el desarrollo del segundo, al filo del descanso. Condujo Brahim por izquierda, abrió a Fran que metió el pase atrás y Cañoncito Güler liquidó con la zurda. Partido liquidado al borde del descanso. Y más aún a la vuelta de vestuarios.
Entró Callejón por Jozwiak, de lo más potable en las últimas semanas rojiblancas. El polaco quedó aturdido tras un golpetazo con Courtois. Puso orgullo, pero el fútbol corrió por cuenta de Brahim. Reventó el partido dibujando un jugadón de alta escuela, girándose en la medular para deshacerse de un rival, conduciendo hasta la frontal, quebrando a un rival en el área y colocando junto al palo. Crack. Diez minutos después, puso el broche a una jugada al toque de todo el equipo que resolvió el malagueño dejando correr el pase de Modric y cruzando desde cerca. Lo dicho. Brahim es un lujo.
La asistencia del cuarto fue de las últimas acciones de Luka Modric antes de ser relevado. Como ya es ley, entró Kroos por el croata, despedido con la grada de Los Cármenes puesta en pie. También se marchó Rüdiger, que al fin tuvo un descanso. El Madrid bajó un punto el ritmo, y aún así pudo engordar la goleada. Sobre todo Joselu, desesperado al no encontrar el punto débil a Batalla. Lo intentó de tacón y de volea, pero el meta estuvo atinado. No hubo mucho más. Hasta González Fuertes acortó la agonía local pitando antes del 90′. Apenas hubo disputa. El Madrid sacó pecho antes del paseo de los campeones, mañana por las calles de Madrid.
/Marca
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