La seguridad defensiva le venía bastando al Betis para competir. La falta de gol era un problema evidente pero mientras no encajase con uno o dos chispazos en ataque le venía bastando para sumar. Sin embargo, la efectividad del Celta hizo evidente lo que la actitud defensiva venía tapando: el conjunto de Manuel Pellegrini no puede gobernar los partidos y si se descubre atrás para atacar con más alegría lo paga.
«Hicimos, ofensivamente, el mejor partido del año, sobre todo en el primer tiempo. Fue nuestro mejor partido en ataque y el peor en defensa. Hace falta recuperar el equilibrio para seguir sumando puntos. Estamos pasando un momento complicado de resultados», afirmó el técnico verdiblanco tras la derrota frente al Celta, conscientes de los problemas de un Betis que echa en falta, y cómo, la presencia de Álex Moreno en la banda izquierda.
El equipo vigués fue el segundo en todo lo que va de Liga que le hace más de dos goles al conjunto hispalense. El 3-0 encajado en Mestalla fue el otro choque en los 29 partidos que lleva disputado el cuadro heliopolitano en lo que va de curso en todas las competiciones. De ese total, dejó 11 veces la portería a cero (ocho en la Liga y tres en Europa), diez veces encajó un solo tanto (siete en Liga, dos en la competición continental y una en la Copa); en seis ocasiones recibió dos tantos (tres en la Liga, una en la Copa, una en la Liga Europa y otra vez en la Supercopa) y sólo en las dos ocasiones ya citadas recibió más dos tantos en contra.
Esa solidez defensiva, en la que antes de recibir los cuatro goles frente al Celta apenas había encajado 14 goles en 19 partidos en la Liga le habían permitido sumar puntos aun cuando cara a la portería rival el equipo no estaba especialmente acertado, pero con un chispazo o un golpe de fortuna en ataque ya le daba para poder sumar puntos.
De ahí que Pellegrini reconociese que su Betis necesitaba retomar el equilibrio en su juego y eso pasa por dominar los encuentros en el centro del campo y recuperar la posesión de balón, su superioridad en la medular y la verticalidad en ataque. En los laterales se nota que Sabaly, en la derecha, o Abner y Miranda, en la izquierda, están más preocupados de no fallar atrás que de atacar; en el centro se nota cuando Guido Rodríguez o William Carvalho no gobiernan los partidos y arriba falta acierto y chispa. En la búsqueda de ese equilibrio anda Pellegrini.
/DiarioSevilla
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