Los tres tienen por delante el desafío de superar el récord que estableció la MSN -con Luis Suárez en lugar de Mbappé- en la temporada 2015/16 cuando anotaron la friolera de 131 goles en total, incluidos 78 en Liga.
Tras tres jornadas de Ligue 1, el Paris Saint Germain ha conseguido anotar un total de 17 goles, 12 de ellos, obra de su tridente. En esta progresión, sólo contando la Ligue 1, los delanteros del club francés conseguirían un total de 152 sólo en su competición doméstica batiendo holgadamente la marca de la MSN y eso sin contar con una Champions donde esperan tener una andadura muy larga. Además, Neymar ya sumó un doblete y Messi marcó un tanto en la Supercopa de Francia ante el Nantes.
Hay que tener en cuenta que Mbappé no participó en el primer partido de los tres disputados y que quizá se ha hablado más de sus problemas de feeling con Neymar y Messi que de su juego. En esa relación personal estarán gran parte de las opciones de batir el récord que ya cuenta con siete años de antigüedad.
Otro factor a tener en cuenta para ver estos registros es la cercanía con el Mundial de Qatar que ha desembocado en la mejor versión de Neymar en años. A Messi se le está viendo en su mejor momento con la camiseta parisina, mientras que Mbappé es un garante de gol tras haber ganado los últimos tres trofeos de máximo goleador de la Ligue 1.
LAS COSAS QUE PUEDEN IMPEDIR EL RÉCORD
Veremos qué sucede en lo que falta de temporada, pero mantener este nivel de forma va a ser complicado augurándose un bajón de forma después del Mundial para los tres componentes del tridente. También hay que tener en cuenta que las lesiones pueden jugar un papel importante en este asunto con el foco mirando a Neymar.
El brasileño se ha perdido una media de 25 partidos por temporada por diversas dolencias desde que fichó por el Paris Saint Germain superando a duras penas el 50% de los partidos jugados desde que aterrizó en el Parque de los Príncipes en 2017.
Sin duda, estamos ante una delantera que puede hacer historia en el mundo del fútbol, pero donde la gestión de egos se antoja como fundamental para el objetivo. Mbappé ha dejado muestras de ello dejando de correr en algunos ataques cuando no le pasaban el balón y por todo el mundo es conocida la desidia de Messi caminando en muchos encuentros.
El engranaje de todo es un Neymar que está jugando mejor que nunca tras haber sido acusado por enésima vez de falta de profesionalidad. Parece ser que los rumores de salida de este verano han puesto las pilas a un brasileño que tendrá en Qatar su última gran oportunidad de brillar en una cita Mundial.
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