El factor sentimental y el deportivo juegan a favor de la vuelta del argentino al club catalán
Era una idea que rondaba desde hace meses en el entorno barcelonista, pero este lunes Jorge Messi lo ha confirmado: Leo Messi quiere volver al Barça la próxima temporada. La reunión del padre del jugador y el presidente del club, Joan Laporta, ha evidenciado la voluntad del delantero rosarino, que pese a tener sobre la mesa la mareante oferta económica de Arabia Saudí y la también tentadora del Inter Miami ha preferido dar una última oportunidad al club de su vida antes de estampar su firma en un contrato. El plan de viabilidad presentado por el Barça a LaLiga, cuya aprobación parece cercana, se antoja decisivo para el futuro de un Messi que antepone el factor sentimental y deportivo al financiero.
Messi ha vivido en París los dos últimos años, pero en cuanto ha podido, siempre que el PSG le ha dado días libres, se ha dejado ver con asiduidad por Barcelona. Sus encuentros con Sergio Busquets y Jordi Alba en algún restaurante de la capital catalana o su más reciente presencia en el concierto de Coldplay en Montjuïc son solo unos pocos ejemplos de sus ganas por volver a residir en su casa de Castelldefels, donde ha construido su familia junto a su pareja, Antonela Roccuzzo.
Messi llegó a Catalunya con 13 años y su vínculo con el país alcanzó otra dimensión con el nacimiento en tierras catalanas de sus tres hijos (Thiago, Mateo y Ciro). «Después de estar unos años fuera vamos a volver. Así se lo prometí a mis hijos», aseguró ‘la pulga’, entre lágrimas, durante su amargo adiós del Barça el 8 de agosto del 2021. La palabra dada a sus hijos, que consideran Barcelona su hogar, también puede ser un factor determinante en la decisión de futuro del futbolista. Arabia Saudí y Miami le prometen más dinero, pero no pueden ofrecerle el confort y los buenos recuerdos que les trae Barcelona a la familia Messi.
Más allá de los motivos familiares, para Messi el Barça también es su casa deportiva, el club donde empezó siendo un niño y donde acabó por convertirse en el mejor jugador de la historia. La vuelta a la entidad barcelonista le daría la oportunidad de despedirse de la afición culé, algo que no pudo hacer cuando en el 2021 cerró su etapa de más de dos décadas en el club. Un escueto comunicado, totalmente inesperado cuando parecía cerca su renovación, y una lacrimógena rueda de prensa fueron el triste final de Messi.
Su último partido en el Camp Nou, ante el Celta el 16 de mayo del 2021, se produjo en plenas restricciones por la pandemia de la covid, con el coliseo barcelonista totalmente vacío y sin la sensación de que aquel fuera el último partido de blaugrana de ‘la pulga’. De volver a enfundarse la elástica del Barça, Messi jugaría el primer año en el Estadi Olímpic Lluís Companys, pero en noviembre del 2024 podría volver a jugar en el nuevo Camp Nou, cuya remodelación sería otro aliciente para el regreso del argentino. La afición culé ha dejado clara en los últimos partidos su predilección por Messi, cuyo nombre ha sido coreado en el minuto 10 en honor a su dorsal.
Los buenos recuerdos de Barcelona se han acentuado aún más si cabe por la mala experiencia en París. La familia Messi vivió en un hotel durante los primeros meses de su estancia en Francia. Una vez se trasladaron a una lujosa casa, en el barrio de Neully-Sur-Seine, se hicieron patentes otros problemas de convivencia, como la falta de vínculos con la ciudad y los pocos estímulos sociales.
A esa poca calidez, se unió el discutido rendimiento del PSG y en especial de Messi, criticado por su propia afición, sobre todo a partir de la segunda temporada. La eliminación de la Champions a manos del Bayern Munich en octavos de final en marzo provocó que los hinchas del PSG dedicaran pitos al rosarino de forma recurrente, la última vez en la despedida del equipo contra el Clermont este pasado domingo. Ante el clima de tensión, Messi abandonó antes de tiempo la celebración en el césped del Parque de los Príncipes por el título de la Ligue 1.
La poca conexión en su aventura parisina han puesto en alerta a un Messi que valorará incluso con más detalle donde trasladará a su familia en su próxima y probablemente definitiva etapa como futbolista. En este sentido, Barcelona no ofrece dudas.
Si bien el Barça y Barcelona reúnen suficientes alicientes para Messi, el entrenador barcelonista, Xavi Hernández, está siendo uno de los principales valedores para la posible vuelta del de Rosario, que ve con buenos ojos ponerse a las órdenes del técnico, una situación que asumiría como el penúltimo reto de su dilatada y exitosa carrera.
El egarense, que compartió vestuario con el argentino en la época más laureada del club, ha hablado en reiteradas ocasiones con su excompañero para explicarle cuál sería su rol en el equipo. Sin los referentes en la plantilla de la última década, tras la salida de Piqué, Busquets y Jordi Alba, Messi pasaría a liderar un proyecto joven con una buena dinámica que ya tiene en su haber una Supercopa y una Liga.
Además, y a diferencia de Arabia Saudí y la MLS estadounidense, seguiría compitiendo al más alto nivel, algo indispensable para llegar con las mejores sensaciones a la disputa de la Copa América en julio del 2024. Revalidar el título continental supondría el broche de oro a su trayectoria con Argentina una vez logrado el ansiado Mundial el pasado diciembre en Qatar.
/LaVanguardia
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