Los merengues remontaron el gol de Las Palmas gracias a un destello de Vinicius y un cabezazo de Tchouameni
Como quien sale de casa para tirar la basura, sin pensar demasiado y sin esforzarse más de lo necesario. El Real Madrid se presentó en Las Palmas con su versión más protocolaria y con ello tuvo suficiente para regresar a casa con los tres puntos. Los de Ancelotti hicieron lo justo y necesario para ganar, ni más ni menos, llevando a la ley del mínimo esfuerzo a su máxima expresión.
Los canarios saltaron al césped con la misma propuesta de siempre: querer el balón, tenerlo, mimarlo y moverlo en busca de espacios con los que sorprender a su rival. La primera mitad se hizo larga entre dos equipos que parecían contemplarse sin intención de hacerse daño. El ritmo era bajo y las ocasiones, prácticamente inexistentes. Lo más destacado, de hecho, se produjo a los cinco minutos.
Rodrygo se enganchó con Álvaro Valles y acabó agrediendo al portero con un manotazo en la cara. Soto Grado le mostró la amarilla por una acción que merecía la roja. El VAR, tan activo ante el Almería, miró hacia otro lado. Tampoco valoró el pisotón de Ceballos a Sergi Cardona en el área blanca. Circulen, que aquí no hay nada que ver.
El balón lo tuvo más el Real Madrid que Las Palmas, pero su futbolista más peligroso, Vinicius, jugó un primer tiempo soso, algo apagado, exhibiendo detalles de calidad y generando cierto peligro, pero sin apretar el acelerador. Tampoco el rival exigía demasiado más allá de mantenerse fiel a su idea, proyectada de forma ordenada y eficiente, pero poco dañina. Un disparo de Kroos de falta, otro lejano de Javi Muñoz… Poco más en un primer tiempo sin goles.
Se adelanta Las Palmas
La segunda mitad amaneció más intensa. García Pimienta ordenó subir el ritmo y sus futbolistas obedecieron. A los ocho minutos, Sandro recibió un balón en la banda derecha, convirtió a Rüdiger en un cono, entró al área y cedió para que Javi Muñoz llegara para batir a Lunin, muy seguro todo el encuentro y vendido en esta ocasión.
El gol provocó lo que suelen provocar los goles en contra del Real Madrid: Las Palmas se echó atrás y los blancos, adelante. El equipo de Ancelotti plantó la tienda en el área de los canarios y ya todo era cuestión de tiempo. Vinicius probó una vaselina alta antes de, un minuto después, agarrar un balón de Camavinga para batir con la zurda a Valles.
Corría el minuto 55 y quedaba tanto por jugar que parecía inevitable que el marcador volviera a moverse. El esfuerzo local por frenar el avance madridista lograba su cometido, pero cada vez con menos eficiencia. El Madrid, por su parte, esperaba su momento con paciencia. Cualquier acción le servía. Llegó de córner servido por Kroos. Tchouameni remató al fondo de la red y ahí se acabó el partido. Las Palmas lo intentó, pero su rival tuvo más calle y evitó cualquier posibilidad de reacción.
/Escrito por Iván San Antonio para Sport
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS