Era una final anticipada y así la afrontaron Bélgica y Portugal. Roberto Martínez no dudó: apostó por la defensa histórica (Alderweireld-Vermaelen-Vertonghen) y los cracks convalecientes que ha ido recuperando a lo largo de la Euro (Witsel, De Bruyne y Eden Hazard).
Fernando Santos se protegió con Diogo Dalot en el lateral y Palhinha como pivote sacrificando, una vez más, a Bruno Fernandes… y a Joao Félix.
El miedo a perder se notaba en el mejorado césped de La Cartuja. Los ‘diablos rojos’ dominaban tímidamente mientras la Seleçao aguardaba una pérdida para contragolpear con Renato Sanches en plan lanzadera.
El primer tiro a puerta se hizo esperar hasta el 25′. Cristiano Ronaldo, de falta, obligó a emplearse a fondo a Courtois. Paradón.
Portugal, sin embargo, echó en falta un Courtois. No es mal portero Rui Patrício, pero pudo hacer más por evitar el definitivo gol de Thorgan Hazard en el 42′. También la defensa. Estaban tan atentos a Lukaku, De Bruyne y Eden que le dejaron demasiado tiempo para disparar. Pecado mortal. El efecto que cogió el tiro del carrilero belga acabó en la red.
Al premio del gol… le siguió el castigo de perder a De Bruyne por lesión nada más comenzar el segundo tiempo. Bélgica replegó velas sin KDB y gravitó en torno a las conducciones del renacido Eden Hazard y los balones en largo que el incontenible Lukaku posteaba ‘a lo Shaquille O’Neal’.
La última, no tan clara, la tuvo Joao Félix con un disparo que salió al lateral de la red en el 94′. Sufriendo, pero la número 1 del ránking FIFA eliminó a la vigente campeona de Europa. Se busca nuevo rey.
/Escrito por Alberto Rubio para Marca de España
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