Si el Director, Productor, Guionista de esta serie, el chileno Pablo Larrain, hubiera imaginado el revuelo que causaría el enojo de los que son aludidos directamente, tan brutalmente con sus nombres y apellidos, habrían hecho algo distinto, creo que no. Con la experiencia de todos los “hacedores” de esta serie, pensar que no calcularon las demandas que se le vendrían encima, es pecar de ingenuos.
La expectativa creada alrededor de esta serie, fue desmesurada, porque al ver y comprobar el producto final que nos brindan los primeros capítulos, sinceramente defrauda de la A a la Z, igual que el lema de AMAZON, la plataforma responsable de su difusión.
Los consumidores televisivos cada vez estamos más exigentes con lo que vemos por las pantallas de nuestros televisores, y esto es por la cantidad y variedad de ofertas en películas, documentales y series. Seré una vez más auto referente (recomendación del director) y les puedo decir, que después de ver Pablo Escobar, (el Patrón del Mal) y la Casa de Papel, esta del El Presidente, es realmente débil, por usar un término coloquial y amable.
La serie está catalogada en el género del Drama y Suspenso y yo le agregaría que es una serie de denuncia, de sátira y ficción, pero de todo un poquitito, chiquitito, como nuestro cafecito, pancito tecito etc, etc. Pero la real definición, me la dio mi hijo Gonzalo, futbolero también, que, cuando le pregunté cómo la estaba encontrando, me dijo “DIVERTIDA”, e inmediatamente la hice mía y viéndola con esos ojos, ya no la encuentro tan débil o tan mala.
A lo anterior, la atracción que produce el actor Andres Parra por interpretaciones potentes de mafiosos, como la de Pablo Escobar, en esta oportunidad impresiona observar cómo capta la esencia de Jadue, que digamos no lo deja muy bien parado. Estoy cierto que ni el mismísimo Sergio Jadue podría interpretarse tan bien a sí mismo, como el actor colombiano, Andres Parra, que sin duda habrá visto las imitaciones que hace el comediante Estefan Kramer, hay episodios que Parra se parece más a Kramer que a Jadue y esto también provoca hilaridad La actuación del actor chileno Luis Gnecco, representando al dirigente colombiano Luis Bedoya es notable, contar con este actor en un reparto, es una fija.
Entrando al meollo de lo visto, lógicamente la argumentación afecta a personas, algunas fallecidas, otras vivas y vigentes en el plano digerencial y otros imagino, en plena retirada después de ver la serie. Naturalmente todos los aludidos tienen el derecho de (en) presentar demandas, pero la mayoría de las veces estas acciones producen aun mayor publicidad y provocan el efecto contrario, que, es el que más gente la quiera ver.
La trama naturalmente es sórdida y nadie queda bien parado. Salen aludidos aparte del personaje central un par de dirigentes chilenos y casi todos los miembros de la Conmebol. Para mí lo curioso e importante es la ausencia en la serie de personas que fueron claves en la dirigencia del fútbol sudamericano y que de una manera u otra no pueden haber no sabido lo que sucedía al interior de la organización. Sin embargo, observó que los guionistas, rodean muy bien el tema y no tocan por una u otra razón a personas que si deberían haberlo hecho.
En el límite de este comentario, es oportuno consignar que, si una empresa como la Plataforma Digital Amazon, valorizada en 1,3 trillones de dólares, hubiera decidido prestarle ropa a esta serie, es por algo, y esto en sí mismo merece respeto. Ahora bien, al conocer personalmente a varios de los personajes mencionados en la serie, esto me produce una especie de controversia intelectual que no logro descifrarla, y esto también ayuda a que sea divertida.
Gonzalo Mingo Ortega.
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