El DT andaluz, Unai Emery, consiguió su primer trofeo internacional en el viejo continente en su primera final disputada.
Por Sebastián Miño
smino@todofutbol.cl
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ITALIA.- La maldición que lanzó de manera “anecdótica”, el entrenador húngaro que tuvo Benfica entre sus filas en la década del 60, Béla Guttmann, parece estar más vigente que nunca, ya que el cuadro de las águilas llegó a una nueva final europea, pero nuevamente sucumbió ante su rival, en esta ocasión jugada en el Juventus Stadium de Turín.
Esta vez, el verdugo del equipo luso fue el Sevilla, que le ganó vía lanzamientos penales a un conjunto portugués que ya suma 52 años sin conseguir una copa en Europa.
Sin sacarse ventajas en los 90`minutos y, sin conseguir vulnerarse en la prórroga, el partido se extendió hasta la lotería de los 12 pasos, en la que la escuadra de Unai Emery se impuso por cuatro goles a dos a un cada vez más maldito Benfica.
De esta manera, el conjunto sevillano consiguió su tercera Europa League – luego de las obtenidas en las campañas, 2005-2006 y 2006-2007- y extendió la mala racha del equipo de Jorge Jesús por una temporada más.
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