Un gol del belga y dos manos del meta danés dan la primera FA Cup a los Foxes
El Leicester sigue escribiendo páginas brillantes en la Premier League. El conjunto de Brendan Rodgers superó al Chelsea en la final de la FA Cup y se endosó el primer título copero de su historia. Nueva gesta para un equipo que supo reinventarse tras su histórico título de Premier y que, por fin, ha podido brindar el mejor homenaje posible a Vichai Srivaddhanaprabha el empresario que cambió la historia del club y que murió en un accidente de helicóptero en 2018.
Tielemans y Schmeichel fueron los héroes en un partido que albergó 21000 hinchas en Wembley. El centrocampista belga firmó un obús para la historia que vale un título y el meta danés, ya legendario, sostuvo a su equipo con dos manos milagrosas cuando el Chelsea apretaba con todo.
Ambos jugadores fueron clave y también lo fue el VAR que tuvo una incidencia capital cuando en el último suspiro anuló un gol a Chillwell por un hombro que se adelantó unos centímetros.
Fútbol de trincheras
Lo cierto es que se ha visto un Chelsea rácano. Nada que ver con el equipo que se pasó por la piedra al Madrid en la Champions. La primera parte fue un auténtico tostón. No se jugó a nada. Fútbol de trincheras en el que el Chelsea tuvo algo más de presencia arriba y el Leicester inquietó con un par de balones largos y a balón parado
El aguacero que jarreo por momentos Wembley complicó mucho el juego. Tuchel planteó una defensa con tres centrales con la sorpresa de Reece James que fue una lapa sobre Vardy. Por el Chelsea, Werner gozó de un par de disparos desde dentro del área, pero bien Fofana o los nervios del alemán desbarataron las opciones.
Mount inquietó con un par de galopadas, pero la consigna sobre el joven mediapunta blue era clara: no se podía girar. Como dijo un sabio «por lo civil o por lo criminal» había que abortar los intentos de encarar de Mason Mount y así fue durante 45 minutos. Mucha exigencia física, pero poco fútbol.
Sale el sol en Wembley
Tras el descanso se fue la lluvia y salió el sol, sobre todo, para el Leicester. Los Foxes, que habían brillado en defensa con un Fofana brutal, comenzaron a empujar en busca del gol. El Chelsea se volvió cicatero y dejó hacer a un equipo que había mostrado poco en ataque. Vardy se dedicaba a pelear y la aportación atacante quedaba en algún cabezazo de Soyüncü.
Hasta que Tielemans sacó el fusil y perforó la escuadra de Kepa. Pidió el Chelsea mano previa de Ayoze en un control, pero no rascaron nada del colegiado.
Tras el gol llegó el toque de corneta Blue, pero ahí estaba Schmeichel que le sacó dos manos, primero a Chillwell y luego a Mount que valieron un título. Y cuando no llegó el danés se enchufó el VAR para anular un gol al ex del Leicester, Chilwell. El Leicester vuelve a ser campeón. Bueno para el fútbol. Que no se enteren los de la Superliga.
/Marca
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