Los gunners dominaron el partido hasta el 60′, cuando se vieron con un penalti en contra y una cartulina roja en apenas dos minutos. El centrocampista español dio en el añadido la undécima seguida a los de Guardiola
No podía haber mejor menú para empezar 2022. Arsenal y Manchester City, los dos equipos más en forma de la Premier League, medían sus fuerzas en el Emirates Stadium con las espadas por todo lo alto y con el atractivo duelo entre maestro, Guardiola, y discípulo, un Arteta que tuvo que verlo desde casa al estar aislado tras dar positivo en coronavirus.
El final fue de esos que uno espera en la primera película que pone en la tele en año nuevo: épico. Fue Rodri el que encargó media Premier para el City con su gol en el 93′ que dejó mudo a un estadio entregado con su ‘baby’ Arsenal. El español infligió un duro castigo a los gunners, pero también demostró que este equipo tiene velocidad de crucero y que quiere finiquitar el campeonato cuanto antes.
Eso sí, ni siquiera con 10 el Arsenal se arrugó ni se hizo pequeñito. Los londinenses comenzaron el choque ahogando a su rival, incapaz de salir de una jaula perfecta derivada de un trabajo encomiable sin balón. Y cuando ya lo tenían en sus pies y ajustaron un par de piezas, llegó el primero tras una gran jugada colectiva que culminó Saka. Al descanso se llegó así, 1-0, pero con la sensación de que si Martinelli hubiese estado un pelín más fino, el panorama hubiese sido otro.
Pero todo cambió en apenas tres minutos. Los que pasaron entre el ‘traje’ que le hizo Bernardo Silva a Xhaka que acabó en un discutido penalti que corrigió el colegiado en el monitor y entre la segunda amarilla exprés -y absurda- para un desbocado Gabriel. Así, en un abrir y cerrar de ojos, todo el buen hacer se fue al traste tras el gol de Mahrez y al tener que afrontar la última media hora con uno menos.
Todo parecía favorable al City, que aún con todo se libró de una buena tras el 1-1 con una falta de entendimiento entre Ederson y Laporte que acabó con ‘foto finish’ de Aké rebañando el balón en la misma línea. Después Martinelli, con todo a favor, la mandó al palo. Un frenesí que quiso calmar Guardiola, desgañitándose en la banda.
Con el paso de los minutos, y a pesar del aguante del Arsenal, los citizens impusieron su ley sumando la undécima consecutiva. Rodri sorprendió apareciendo en el área tras un centro de De Bruyne que Laporte remató en semifallo y que alarga la alegría del conjunto de Mánchester, más lanzado que nunca hacia el título.
/Marca
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